Aún tiene mucho recorrido como colectivo y transita a trompicones -lógico en el mes en que nos encontramos-, pero la primera cita oficial de este curso dejó entrever de que puede ser capaz este año el Spar CITYLIFT Girona. Ayer el equipo recurrió a su densidad de talento para resurgir después del gran inicio del Cadí la Seu y, cuando añadió una subida de revoluciones detrás, terminó arrollando-en el último cuarto. Fontajau vibró con la primera cata de su equipo, y confía en hacerlo a menudo.

El título confirma la hegemonía gerundense en la competición en la última década. Y es que ha ganado siete de los nueve últimos. La cifra le permite atrapar el Universitario de Barcelona como los que tienen más (7).

De tres en tres

Quien mejor entrar en el partido fue el equipo leridano. Y no sólo por su acierto del triple (4/6 en el primer cuarto), sino porque salió con una idea más nítida de lo que quería hacer y cómo lo quería hacer. La apatía defensiva del Spar CITYLIFT le permitía mover el balón con facilidad para encontrar tiros cómodos y, al otro lado y ya es habitual en el estilo del Cadí, mordía. Sin clarividencia, las locales tiraban de talento individual, pero ni eso les servía para seguir el ritmo (9-20, 9 '). Un triple in extremis de Rosó limó un poco la diferencia al final del primer parcial.

Eric Surís movía el banquillo, pero no acababa de encontrar un cinco consistente y el rival el continuaba castigando: 14-25 (12 '), tras el quinto triple de las visitantes, de Kraken. Con el arranque de segundo cuarto, ya había debutado Laia Palau, y su talento se hizo notar de inmediato. Un contraataque tras una recuperación y una asistencia marca de la casa a Oma despertaron Fontajau, silencioso y incrédulo con lo que se estaba viendo. El Cadí no se arruga y sacaba provecho de cualquier despiste gerundense para mantener un cierto airbag (29-35, 17 '). Pero el Uni de este año tiene mucha calidad y, en una fase en la que la dirección de Palau se acompañó de inspiraciones individuales -Aportación de Rosario, Hampton-, la inercia varió por completo. A ello, también se añadió el control del rebote local, que acumulaba 14 capturas en ataque en el ecuador, por 14 de defensivos de los visitantes. A vestuarios, se fue con 39-37 tras un triple en transición de Murphy de puro talento.

más ritmo

El equipo gerundense había recibido un aviso, y su salida de tercer cuarto demostró que había captado el mensaje. Subiendo la intensidad detrás -nada del otro mundo tampoco-, enlazó transiciones y algún triple y el Cadí La Seu se vio por primera vez contra las cuerdas (51-39, 24 '). No dejó de persistir y, gracias a las aportaciones en esta fase de Kraken y Etxarri, mantuvo viva la esperanza de remontar. Con todo, los fogonazos de juego gerundenses eran muy potentes y, ya en el último cuarto, cuando Nuria Martínez hizo un 2 + 1 en un contraataque lanzado por Laia Palau, ya quedaba claro que la final tenía un vencedor (68-52, 32 ').

Tanto es así que el Cadí, ahora sí, entregarse. Nadie, sin embargo, levantaría el pie en las locales. Bea Sánchez sacó jugo de la falta de tensión visitante para engordar su cuenta de puntos y, ya en la recta final, Eric Surís hizo debutar en partido oficial Aina Martín y Cissé. Un epílogo redondo para el primer título del curso. El miércoles, en Salamanca, se buscará el segundo, la supercopa.

Jordi Prat
foto: Lluis Serrat
lesportiudecatalunya.cat
Google Translate (sin revisar)