Las gerundenses han reaccionado cuando perdían de 17 al inicio del tercer cuarto (23-40) pero ya era demasiado tarde para aspirar al milagro
Roberto Íñiguez y el Spar Girona tenían un plan, pero algo ha fallado porque la operación remontada que debía vivirse en Fontajau no ha empezado ni siquiera (66-68). La película ha acabado siendo otra muy distinta, con el Uni de secundario, hasta que ha tratado de reaccionar cuando ya perdía de 17 (23-30) y el Besiktas de protagonista principal. La fragilidad en la primera parte de las gerundenses, que recuperaban a Tolo, pero perdían Labuckiene, es realmente preocupante. Y el problema ya no es haber quedado eliminado en las semifinales de la Eurocup, un resultado más que digno, sino saber a qué puede aspirar este equipo desde ahora hasta el final de la temporada. ¿Puede competir por la Copa y la Liga un bloque tan irregular o ya será mucho si se va al play-off y se logra llegar a semifinales?
Ni detener a Evans (14 puntos), aunque eso sí un poco se ha hecho, ni controlar el rebote, ni dar un paso adelante en defensa. Ni cosquillas le ha podido hacer el Uni al equipo turco de salida, un rival que al descanso ya estaba reservando los billetes para ir a Londres a jugarse la final con los Lions viendo cómo dominaba de 15 (23-38) en el marcador. Íñiguez, antes de terminar el primer cuarto, ya había sacado a la pista a nueve de las diez jugadoras que han tenido minutos; el Besiktas, mientras tanto, ha seguido como en la ida, con sólo una rotación y seis jugadoras, aunque en la segunda parte, y con la eliminatoria ganada, han entrado más jugadoras. Evans, quizás sí, ha sido algo más anulada que en la ida, pero aparecieron Bayram y Nogic, y Li, pese a ponerse pronto con dos personales, era un muro bajo el eslabón.
Uni ha podido creer poco en la remontada. Enseguida ha quedado claro que sería una misión imposible. Si haces sólo cuatro puntos en los primeros cinco minutos, pocas aspiraciones se pueden tener que darle la vuelta a 21 puntos. Al inicio del tercer cuarto ya se perdía de 17 (23-40) y lo único al que se podía aspirar, llegados a este punto, era que el suplicio acabara lo antes posible. Claro que es un éxito para Uni haber llegado hasta aquí, que eran unas semifinales europeas... pero acabar así quizás era el peor guión posible.
Por fortuna el equipo no ha bajado los brazos y ha intentado seguir compitiendo. El 33-40 con un parcial de 10-0 gracias a un 2+1 y un triple de Canella ha cambiado un poco la cara del partido cuando aún quedaban seis minutos para terminar el tercer cuarto. Magarity ha puesto las locales a cinco (37-42). Con la eliminatoria perdida de hacía rato, quizá podía luchar por el premio de consolación, al menos ganar el partido, aprovechando también que el rival aumentaba la rotación y hacía aparecer en pista, por primera vez en la eliminatoria, Topuzovic y Uzunoglu. Un triple de Mendy sobre la bocina cerraba el tercer cuarto cinco abajo (45-50).
La posibilidad de ganar, pues, ha acabado dando algo de vida en los últimos minutos, quien no se conforma es porque no quiere. Una antideportiva de Nogic ha permitido a Canella poner las gerundenses a 4 (50-54) y en la siguiente posesión Magarity hacía el 52-54, con más de cinco minutos aún por delante. Fontajau ha celebrado como una victoria el triple de Ygueravide que ponía al Uni a uno (55-56), al igual que la canasta de Ainhoa López que situaba por primera vez al equipo gerundense por delante (59-58), con técnica en Evans, que se perdería en los últimos tres minutos y medio. Un triple de Peña volvió a empatar el partido a menos de un minuto del final (66-66), pero a dos segundos Lazic daba la victoria a las turcas (66-68). Eso sí, Fontajau era un clamor con gritos de "ser del Uni es lo mejor que hay" para despedir la última noche europea de la temporada y decía adiós a las jugadoras con una ovación mientras en el banquillo visitante festejaban el billete para la final.
Jordi Roura
diaridegirona.cat / G.T.