El equipo de Roberto Íñiguez recibe al PECS húngaro en el pabellón de Fontajau, con el propósito de situarse mejor para la siguiente ronda
Para Uni Girona, ganar al PECS es más importante de lo que parece. Pese a estar ya clasificado, el duelo con el que ambos conjuntos cerrarán el grupo L de la Eurocup el miércoles por la noche en Fontajau (20.30 horas, TV Girona) definirá no sólo en qué posición acabará, sino cómo afrontará la siguiente ronda, en la que se hará una clasificación general con el resto de rivales de la competición. triunfo gerundense, el equipo de Roberto Íñiguez presentará un balance de 5-1.
Por ahora, Uni, que en Hungría venció de tres, dispone de una victoria más que el PECS y el Campobasso, que se enfrenta al colista, el Foxes. Una derrota catalana y una victoria italiana resolvería la liguilla con un triple empate a 4 y sería el baloncesto average el que ordenaría las posiciones.
El cansancio será un factor a tener en cuenta, porque las jugadoras locales, que afrontan el duelo sin bajas, acumulan dos prórrogas consecutivas, y el calendario que se vislumbra no es fácil: tendrán seis partidos en diciembre en una Liga donde continúan invictos. «Venimos de una semana muy intensa, apenas hemos estado en casa. dureza de los partidos... La gente debe entender que hay momentos en los que notamos que nos falta cierta chispa», comenta Íñiguez.
El técnico vitoriano reconoce cierta «crisis de energía», un hecho comprensible dada la exigencia de lo que llevamos de curso. «Pero estoy contento, porque pese a estas sensaciones, supimos competir». PECS, donde juega la exgerundense Julia Reisingerova, Íñiguez valora que «tiene la identidad de su entrenador, Zeljko Dokic. Juegan al límite, empujan mucho la pelota y compiten llevar y adaptarnos a esta forma de jugar, y responder. .Para finalizar, expresa que «será una final, porque no dependemos de nadie más: si ganamos, acabamos primeros de grupo».
Jordi Bofill
foto: A. Resclosa
diariodegirona.cat