No pudo sostener el ritmo ni el físico de Panathinaikos pese al esfuerzo de Cave, Soriano e Iyana Martín; sigue líder de grupo, pero con muchos deberes pendientes

 

Perfumerías Avenida volvía a caer en el Würzburg Silvia Domínguez en un encuentro en el que no consiguió hacer frente a la agresividad que puso Panathinaikos en pista y en la que de nuevo Cave, Soriano e Iyana Martín se encontraron muy solas en la aportación ofensiva. Faltó acierto exterior con 5 de 23 en tiros de tres y por dentro los rivales empiezan a tener cogida la medida al hecho de que Cave es la única referencia porque Stoupalova no se atreve y Mous se carga demasiado pronto de faltas. Por más que se aplique Belén Arrojo ahí es imposible que ella pueda hacer frente a físicos como el de Prince.

El encuentro arrancó con un ritmo frenético, marcado por las dos bases, Martín y Fitzgerald, que imponían el pulso en ataque. El acierto era alto en ambos bandos, pero también lo era la facilidad con la que las defensas eran superadas. Avenida golpeó primero con los puntos de Martín, aunque Panathinaikos respondió con dos triples casi consecutivos que voltearon el marcador. Las del equipo salmantino encontraban aire con Cave bajo el aro, pero el duelo se mantenía abierto: 14-14 a los cinco minutos, un escenario que parecía más cercano al guion griego que al de las locales.

El primer triple azulón llegó de la mano de Spreafico, que devolvía momentáneamente el mando a Avenida (19-16), aunque Galanopoulus, letal desde el perímetro, encadenó dos aciertos más que mantuvieron el suspense en Würzburg. Panathinaikos cerró mejor el cuarto, aprovechando las concesiones defensivas de las de Montañana y la permisividad arbitral con algunas acciones de Fitzgerald. El 23-26 del primer parcial reflejaba bien los problemas de Avenida atrás: demasiados puntos encajados y la sensación de que había que ajustar la defensa.

El cambio llegó en el segundo cuarto. Pasados apenas dos minutos y medio, el conjunto heleno se vio obligado a pedir tiempo muerto: la defensa azulona había subido líneas, mordiendo cada pase y dificultando la circulación rival. El parcial de 5-0 devolvía la iniciativa a Avenida. Martín, omnipresente, robó el balón en la primera posesión tras la pausa y castigó con un triple que elevaba el marcador a 33-26. Su impacto empezaba a incomodar a Panathinaikos, que respondió con dureza: dos golpes claros sobre la base asturiana que los árbitros sancionaron como simples faltas, desatando el enfado del público y de Montañana, que pedía calma y cabeza para seguir el plan.

El equipo griego, fiel a su estilo físico, no bajaba la intensidad, pero Avenida había encontrado el camino: apretar atrás y atacar con decisión, aprovechando el bonus que ya acechaba a las visitantes. Sin embargo, cuando parecía que las locales tomaban el control, Krimili, igual que en Atenas, castigó con dos triples ante la zona 1-2-2, poniendo en jaque el plan defensivo y devolviendo el equilibrio al marcador (37-37).

El intercambio de aciertos desde el perímetro mantuvo la emoción hasta el final del cuarto, y una última canasta de Cave bajo el aro permitió a Avenida marcharse al descanso con una mínima ventaja, 42-40. Un duelo de contacto duro y ritmo alto, en el que las locales deberán acostumbrarse a la intensidad —a veces desmedida— del cuadro griego si quieren imponer su juego en la segunda mitad.

Avenida no arrancó bien tras el descanso. Le faltó claridad en ataque —sin confianza en algunas jugadoras y sin la determinación necesaria para atacar el aro— y, sobre todo, solidez defensiva. Los desajustes en los cambios y los punteos tardíos en los tiros dieron alas a Panathinaikos, que aprovechó la fragilidad local para abrir brecha con un parcial de 0-9 y colocar su máxima diferencia del encuentro (42-49). Montañana no tuvo más remedio que detener el juego con un tiempo muerto para frenar la sangría.

Con Mous condicionada por las tres faltas, regresó Arrojo a pista para acompañar a Cave en la pintura. Dos puntos de la murciana sirvieron para cortar la racha griega y dar un primer paso en la reacción. Montañana movió entonces el banquillo con acierto: dio entrada a Spreafico y mantuvo el dúo interior Arrojo–Cave, además de apostar por una pareja de bases joven y eléctrica, Martín y Soriano. El experimento funcionó. Avenida recuperó la energía y el carácter que pedía el partido, y encadenó un parcial de 7-0 que la devolvía de lleno al encuentro, a solo una canasta de distancia.

El conjunto azulón empezó a jugar con más agresividad, presionando y corriendo cada balón. Panathinaikos, fiel a su estilo duro, trató de frenar el ritmo con faltas tácticas que acabaron pasándole factura: una antideportiva y la posterior técnica al banquillo visitante tras sus protestas. Avenida aprovechó la ocasión para igualar el marcador desde la línea (51-51) y, en la siguiente acción, un triple de Spreafico encendía el pabellón y devolvía el mando a las salmantinas.

El final del cuarto se movió en márgenes mínimos, pero la sensación era otra: Avenida había sobrevivido a su peor momento del partido, recuperando la iniciativa gracias a la agresividad defensiva, la valentía ofensiva y la dirección de sus dos jóvenes bases. Al término del tercer parcial, el marcador reflejaba un 58-55 que dejaba todo abierto, pero con un equipo mucho más reconocible.

Cuatro puntos de Meyers, acciones que le deben venir bien para que suelte presión que se nota que la atenaza pese al trabajo incansable, permitían mantenerse arriba a Avenida que venía como Cave se tenía que ir al banquillo tras un codazo de Prince que la reventó la nariz. El partido, ajustadísimo, era duro y había que intentar mantener el tono físico y, sobre todo, intentar evitar pérdidas injustificadas.

Soriano leyó bien la opción de buscar el aro en penetración y aunque no sacó canastas sí personales de tiro y desde esa línea devolvía el mando a Avenida y ponía el +3 a favor, 68-65. Un final sufrido porque Vitola se cobraba una canata que dejaba con +1 a 1'56" del final y una pérdida le daba ventaja al equipo griego antes de que Zellous volviera a situar a las locales por delante y todo en treinta segundos. Un triple de Galanopoulos ponía a Avenida entre la espada y la pared y más cuando a Cave le pitaban unos pasos y Krimili le ponía la puntilla al partido que Avenida no supo cerrar. Sigue líder del grupo, tiene margen pero unos deberes que podía haber dejado hechos aun tiene que rematarlos.

Teresa Sánchez
tribunasalamanca.com