Orenburg es el nuevo destino profesional de Eric Surís (Girona, 1982), que la próxima semana se incorpora al Nadejda, su primer club de fuera la demarcación después del GEiEG, el Salto y el Uni, tras su sorprendente destitución del Spar Girona el 1 de noviembre del año pasado.
Como llegó a fichar por Nadejda? Tendría fuerza ofertas.
Sí, de varios clubes europeos y una de un club importante de la Liga Femenina, pero al final salió esta posibilidad; desde el punto de vista deportivo y de oportunidad en el ámbito internacional es un club potente, siempre los líderes en la Euroliga. El año pasado no fue así, cayeron en los cuartos, pero es una oferta que enseguida ves que es diferente: un proyecto ambicioso y grande. La lejanía hace que vayas con precaución y sólo un año, pero es interesante y hace que sea diferencial respecto al resto de ofertas que tenía.
En los últimos años en el Uni se sabía que tenía buena llamada fuera.
Oportunidades como ésta son muy atractivas y en la Liga Endesa hay clubes punteros, unos determinantes, y otros proyectos de un perfil que se ve que están destinados a crecer. Hoy por hoy proyectos como este en el ámbito europeo se deben aprovechar cuando llegan. Está claro que las Eurocopas en Girona fueron un reclamo potente, para nuestro baloncesto.
Tiene Adaora Elonu en el equipo ... ¿Qué plantilla le queda? Debe tener el condicionante de las rusas.
Hay Markeisha Gatling, que fue el MVP en la liga; Kyara Linskens, que es la que juega con Emma Meesseman en Bélgica, y la base escolta de Connecticut, Natisha Hiedeman. Las cuatro no rusas y te hace cambiar la manera de enfocarlo en cuanto a cultura de baloncesto: puedes tener cuatro como mucho y pueden ser cuatro de EE.UU., que si juegas en Europa ya no t'encaixa porque sólo puedes tener dos, de americanos. Te acostumbras, en Turquía o Italia hay más, de medidas.
Cómo se afronta la temporada con una liga tan particular como la rusa y la Eurocopa?
Una liga con el Ekaterimburgo, campeón de las últimas Euroligas, ya te condiciona. Y también está el Dynamo de Kursk, que estos últimos años no, pero también ha sido finalista ... La liga se está haciendo fuerte y por primera vez todos los equipos se han reforzado con americanas, no sólo los que juegan en Europa. Se amplía de 10 a 12 equipos y hay uno que eliminó el año pasado el Orenburg o el MBA Moscú, que es un bloque consolidado.
¿Qué objetivos tiene marcados?
El club quiere recuperar el lugar entre los cuatro primeros, que el año pasado perdieron por primera vez en mucho tiempo. El año pasado eran todas rusas y una americana que se marchó enseguida.
En la Eurocopa volverá a jugar contra el Olympiacos, que es uno de los rivales que marcaron su trayectoria europea en el Uni.
El grupo es muy atractivo, los dos rivales a falta de una previa entre un polaco y un griego, son el Olympiacos y el Estrella Roja: dos históricos. El Olympiacos es una pista muy difícil y volver, a pesar de que pasáramos, siempre motiva.
El 2019, en que fue padre tras ganar la liga, cree que condicionó su posible salida del Uni? Tendría propuestas ...
Pasado el tiempo puedes pensar cuál era el momento adecuado para poner punto final. Estaba muy bien desde el punto de vista deportivo, también personal y familiar. Y es un momento en que el club te valora y te transmite su voluntad que te quedes. También Laia o Núria querían que siguiera y te quedas convencido y no te arrepientes, a pesar de las ofertas. Todo indica, y tener Euroliga, que sigues con una motivación máxima; al final, con la ilusión, es lo que te hace decidir si seguir o no.
El verano pasado la plantilla estaba cerrada y todavía no ha renovado. Ya se había tensado, la relación?
No era mala, y con quien más trataba, que era la dirección deportiva, con Pere Puig, no he tenido ningún problema. En cuanto al club y la renovación, todo el mundo puede utilizar sus estrategias y prioridades, es lícito. Y también este verano ha pasado. Se renovó y al final son cinco años naturales; a este nivel y en el día a día siempre hay tomas de decisiones con las que puedes estar de acuerdo y otros que no. Puede haber un desgaste y las cosas se acaban.
Sintiéndose el y recuperando la entrevista de enero a este diario, en el que decía que quería pasar página, parece evidente que ya lo ha hecho.
Por supuesto, y muy agradecido que hace cinco años se contara conmigo, hay que estar agradecido a las personas que lo hicieron. Sabe mal el momento del punto final, que según qué discurso buscara un cierto desprestigio para justificar una decisión. Siempre se puede terminar de manera elegante y reconociendo lo bueno de una relación. Y como dije en enero, lo siento, pero ya está y es el momento de mirar adelante y así lo he hecho. No he hecho ninguna declaración malsonante o de crítica después, más allá de que me quisiera dar ese desprestigio. Respeto las decisiones del club y tengo ilusión en este nuevo proyecto.
¿Qué le ha parecido la temporada, con el título de copa y los cuartos de la Euroliga con la plantilla que tuvo en sus manos?
Sabes qué pasa, que cualquier análisis se puede tergiversar. No voy a caer en la trampa que se quiera desprestigiar diciendo si se quiere jugar mejor o hacer un mejor baloncesto. Son temas subjetivos en que prefiero no entrar.
Percibe, con su salida, que la relación del Uni con el GEiEG pudiera cambiar?
No estoy al día y ahora aún menos. Me consta que el GEiEG extendió la mano para que no se personalizara y han seguido con acuerdos, se especifica que los seniors son cada uno su club y hay una vinculación más allá de nombres propios por el bien del baloncesto femenino gerundense. Todo el mundo sabe que soy del GEiEG de toda la vida, pero hay entendimiento y comunicación y espero que siga así.
En este sentido, ¿cómo ve el curso de Julia Soler con ficha del primer equipo y que ahora IHO López también haya subido al Uni?
Cuesta mucho, que salgan jugadoras. Y ahora, por ejemplo, el Uni está compitiendo para ganar la liga y llegar lejos en la Euroliga. Y sacar jugadoras, con todos los respetos, no es hacerlo en equipos que luchan por la permanencia. Hay un nivel de exigencia que lo marca todo mucho, por eso el año pasado Julia, con 18 o 19 años, es muy difícil que sólo con ficha del primer equipo, si se quiere ganar la liga, pueda tener muchos minutos . Celebro que pueda progresar y que se consolide arriba y siempre con mucho trabajo y paciencia porque hay puntos de madurez que son tardíos y quizás con 25 o 26 llegas, igual que a los 18 o 19. Y la IHO es eso, creo que lo mejor es que jueguen minutos de manera regular. No sólo con entrenamientos. Ponerlo en práctica y cometer errores en partidos.
Borja Sánchez
lesportiudecatalunya.cat
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foto LOKOS X EL BALONCESTO FEMENINO