Fenerbahçe tuvo que sacar todo su arsenal ofensivo para doblegar a un equipo salmantino que dio una lección de personalidad, 98-91

 

Emociones y expectativas acompañan la previa de cualquier encuentro de Euroliga Femenina y más cuando tu equipo se enfrenta a uno de los colosos, o más bien al gran coloso, de la competición continental. Si encima es en unos cuartos de final se añade el ingrediente del ambiente eléctrico con gradas más pobladas de lo habitual en un escenario donde hubo otras batallas de calibre entre Fenerbahçe y Perfumerías Avenida.

El equipo salmantino lleva años demostrando su valía en esta competición pero aun así nada evita ese nervio previo a los grandes enfrentamientos, como son estos cruces, con los que se intenta dejar huella en la historia del baloncesto europeo. Esa tensión ante un rival como el turco hay que evitar por todos los medios que juegue a favor en cuanto a concentración y precisión porque cualquier mala salida a un partido o varios errores consecutivos se pagan de forma casi siempre definitiva.

Lo sabía Avenida, como seguramente lo saben todos los rivales, y salió bien al partido con un parcial favorable de 2-9, agresivo al rebote y decidido en ataque aunque un equipo con tantos recursos como el turco es capaz de en una misma jugada meter cuatro puntos tras triple y adicional de McBride para el 6-9. Avenida, aprovechando la cierta lasitud de la defensa del equipo turco y la concesión al rebote, seguía sumando y es que ante la producción ofensiva -aunque sea a rachas-, de las de Turquía cuanto más se posibilidades de anotar mejor. Dos transiciones finalizadas por Anderson ponían a Fenerbahçe por delante y obligaban al tiempo muerto de Martínez. Otro dos más uno de Collier encontraba respuesta en un triple de Vilaró y sobre la bocina y en escorzo McBride ponía el 30-24 al finalizar el primer cuarto.

La norteamericana en modo 'terminator' finalizaba con cuatro de cuatro en triples y Fenerbahçe se confirmaba como una máquina de hacer puntos frente al trabajo y el empeño de Avenida que acaba el primer cuarto con ocho rebotes en ataque gracias a los cuales conseguía estar cerca, 30-24.

Frente al martillo pilón del ataque local, Avenida tenía que seguir atacando con paciencia y confianza porque moviendo el balón encontraba en muchos ataques opciones de tiro liberado. Buenos porcentajes le permitan seguir dando la cara con 14 minutos disputados, 39-37 tras el segundo triple de Prince, y Valérie Garnier como si le viera las orejas al lobo pedía otro tiempo muerto.

'Curiosamente', ante las dudas tras varios ataques errados de las locales, llegaba la señalización de una -oportuna- falta en ataque a Hatar que después se lo cobraba en forma de tapón. En una pista así se sabe a lo que se juega y lo que se pita así que había que seguir y un triple de Vilaró y una canasta de Hatar pusieron a Avenida por delante aunque fuera de forma breve, 41-42. McBride tenía que sacar su particular tarro de las esencias para 'rescatar' al coloso que sumaba un 7-0 en un visto y no visto. Otra vez sobre la bocina, esta vez Collier, anotaba para cerrar el partido al descanso en 53-44.

El peligro de despegue en el inicio del tercer cuarto lo sofocó bien Avenida, manteniendo la misma línea de persistencia del primer tiempo y resistiendo con personalidad ante la cantidad de puntos que produce su rival tenga la defensa que tenga enfrente. Cinco puntos seguidos, tras otro triple de Vilaró y la canasta de Gil ponían el 68-62 en el marcador pero otra vez volvía a golpear el puño de hierro de Fenerbahce que se iba al final del tercer cuarto con la barbaridad de 77 puntos anotados y ya con trece de renta.

Nueve triples sumaba Avenida en el inicio del último parcial -tres de Vilaró y tres de Prince-, el porcentaje de dos en un 43%, el de tres en un 52,9%, sumaba un rebote más y aun así iba a la zaga. Iba por debajo, no encontraba cómo contener el ataque de Fenerbahçe porque eso se presenta como casi imposible pero sí había varias buenas noticias. Mentalmente no se dejaba ir frente al reguero de puntos visitante, seguía atacando con acierto y además las sensaciones que dejaba Prince son alentadoras de cara a futuro. A cinco del final, diez abajo que se quedaban en siete con el triple de Carter.

¿Qué pasaba entonces? Pues triple de McBride y ante el suyo, pues el de Prince en un duelo que parecía por momentos un All Star. Y puesto a hablar de 'jugonas' pues Leo Rodríguez dijo con un triple un 'aquí estoy' que ponía del 94-88 a 1'36" del final que para acabar de volver loco a cualquiera se convertía en un 94-91 con otro triple de Vilaró -el número 14 en la cuenta general del equipo-.

A minuto y medio Garnier tenía que pedir tiempo muerto y la internacional olímpica Collier tenía que anotar desequilibrada sobre la bocina.

Avenida llevando al límite al coloso que tenía que sacar todo lo mejor de si mismo para atar un partido que fue una oda al ataque, 98-91. Seguramente a un paritdo a muchos puntos es imposible ganar a un rival como Fenerbahçe pero igual o más difícil es evitar que las turcas tengan acierto y no perder personalidad ante eso los continuos golpes es, a falta de victoria, un intangible que las de Salamanca se traen en la mochila.

Teresa Sánchez
tribunaslamanca.com