Casi cinco meses después de pasar por el quirófano en los isquiotibiales, Martínez podría debutar por fin en esta temporada el domingo contra el Perfumerías Avenida

 

 

Se ha hecho muy duro?
Se ha hecho largo. Pero sí ... también se ha hecho muy duro. Más que nada porque son cinco meses de cada día fisioterapia, cada día preparación física, cada día muchas cosas ... Y al final todo esto lo haces sola, sin estar dentro de la dinámica del equipo. Y eso muchas veces se hace cuesta arriba.

Tiene el alta. Pero esto qué quiere decir, que ya está para jugar?
Tengo el alta, pero no estoy al cien por cien, mi reincorporación deberá ir haciendo poco a poco. Tendremos que ir viendo mis sensaciones, entrenando con el grupo, a ver si se puede ir más deprisa, y si se ha de parar ... Las sensaciones marcarán los tiempos.

Y, por tanto, el domingo ante el Perfumerías Avenida?
Domingo es una incógnita. Que se me podría utilizar en algún momento del partido? Sí, pero ya veremos si estoy en condiciones.

Pronto hará treinta y seis años, en algún momento de estos meses ha sufrido por la recuperación?
No. Desde un primer momento he tenido claro que me recuperaría. Hemos trabajado muy bien con mi preparador físico y con la gente que nos rodea aquí al club seguido un camino muy coherente con lo que era la lesión y con la experiencia de otra gente que la había tenido. Confiaba mucho en mi recuperación.

El baloncesto de Nuria Martínez - físico, intenso en defensa ...- hace necesario que la recuperación sea especialmente buena.
Lo sé. A menudo todavía pienso: «A ver cómo estoy?». Al final yo he superado la lesión, pero tengo que ver cómo estoy. Mi juego es muy explosivo, de muchos impactos, de defensa ... Yo no sé cómo responder. El proceso de recuperación ha sido bueno, eso está claro, pero ahora falta como se traslada a la pista.

Tiene mucha experiencia, pero nunca había sufrido una lesión importante. Mentalmente como lo ha gestionado todo?
Nunca. Al principio, sentí un poco de impotencia y frustración al saber que era una lesión de esta importancia, yo creía que era una rotura fibrilar en los isquiotibiales y la realidad es que me tuve que operar. Fue un golpe duro, pero una vez la operación fue bien y por delante me quedaba la recuperación supongo que la frustración por no jugar la acabas canalizando en trabajo para recuperar bien.

Núria Martínez es de las que no paran nunca. En verano, si no había 3x3, era fácil verla corriendo por algún lugar u otro. Cree que la lesión vino para poner su cuerpo demasiado al límite?
Me lo han preguntado muchas veces y he dado vueltas. Pienso que la lesión vino por muchos factores. Primero de todo llevo un largo recorrido en la élite, y esto está claro que arde. Yo soy de trabajar mucho los veranos, porque si no tengo 3x3, trabajo con mi preparador físico. No paro. Pero pueden ser muchas cosas. Hace años, ya tuve una pequeña rotura en el isquio y siempre me ha tensado un poco allí, la semana anterior a la lesión había estado con gastroenteritis, que siempre te deja el cuerpo más deshidratado ... Hay tantos factores que no podría decir por qué me lesioné.

El objetivo era recuperarse para volver a jugar esta temporada. No ha pensado en más allá de este curso?
No. Es exactamente así. Recuperarme para poder terminar esta temporada en buenas condiciones. Y luego ya veremos. Ahora mismo no me planteo nada más allá, porque no es lo que toca.

Cuesta seguir los partidos desde el banquillo?
Es difícil. En el banquillo se pasa mucho peor que en la pista. Tienes ganas de hacer, ayudar y aportar. Y no puedes. Desde fuera aportas, pero hasta un límite.

Cómo ha visto el equipo?
El equipo ha tenido fases. Y ahora estamos en un momento que está cansado. Son dos competiciones, pocas jugadoras para dividir minutos y al final mentalmente y físicamente el equipo está sufriendo. La exigencia de jugar en la Euroliga es muy grande y los viajes son diferentes, ir a Rusia no es lo mismo que ir a Francia. Hemos pasado una mala racha por el tema físico y esperamos que ahora, después de la parada, la gente venga fresca.

Hablando de cansancio, Laia Palau dice que la ha echado mucho de menos.
Está claro (risas). Pobre ... Evidentemente que me echa de menos, porque los minutos de calidad se reducen. Cuando estás cansada no piensas igual y el cuerpo no reacciona de la misma manera. Tal como jugábamos en pasando dividiéndonos los minutos, podías dar el máximo en un tiempo determinado que estabas en pista. Y ahora hemos estado sobreexplotando el cuerpo de Laia, pobre ...

Muchos cambios. Salidas de jugadoras, fichajes que van llegando ... Últimamente, a pesar de estar lesionada, ya viajaba con el equipo; todo ello es difícil de gestionar?
Ya había vivido situaciones así con equipos que se deshacen y se vuelven a hacer en cuestión de un mes. Pero aquí en el Uni somos como una familia y formamos el equipo desde el primer día. Con tantas entradas y salidas del equipo nos desestructura. Al final, el resultado es bueno y nos ha quedado un equipo muy bonito. Ahora sólo hay que trabajar para encontrar el equilibrio.

Por nombres, ahora el equipo es muy potente.
Una cosa son las piezas y la otra saber moverlas y que se entiendan entre ellas. Al final esto son entrenamientos y más entrenamientos. Necesitamos tiempo para trabajar. Nos debemos conocer como equipo. Es normal que haya habido irregularidad y una cierta rebaja de nivel, pero si tenemos que bajar el nivel para luego volverlo a subir hasta arriba yo firmo.

Y hasta donde firma llegar? En Europa el tema no está fácil, la Copa llega muy pronto ...
El primer objetivo es la Avenida, este domingo contra Salamanca, y después el de Schio. Partido a partido (risas) ... Ya sé que parece tópico pero es que es la realidad. No nos podemos volver locos ahora diciendo que tenemos que ganar la Liga.

Marc Verdaguer
foto: Aniol Resclosa

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