El equipo se impuso en la plantilla. La preparación pasó por delante de los recursos. Pero que nadie se equivoque: el Cadí no es ninguna broma. No lo fue la temporada pasada y, con las virtudes intactas y jugadoras clave muy crecidas, hará trabajo. De momento, ya tiene su segunda Liga Catalana -la primera es del 2007- tras una final contra el Spar CITYLIFT en que las gerundenses habrían querido fundir en muchas fases del partido. La serie de cinco títulos seguidos del Uni ha quedado cortada.

Sensaciones diferentes

Los doce días de preparación de más que acumula el Cadí se notaron de dos maneras. De entrada, las de Juan Carlos Pie son más equipo, han interiorizado más el juego y suman más intangibles. Pero también la necesidad de quemar etapas, de presentarse a la línea de salida habiendo hecho en dos semanas el trabajo de cinco, con unas cargas de trabajo muy altas, fue una losa. Las piernas y las manos no llegaban. Era muy claro apreciando la velocidad de reacción de unas y otras en un balón dividido, un rebote largo, un pase interceptado ... Y cuando físicamente no se llega, el jefe dice basta. Es así que el Spar, en muchas fases, no compitió.

En cambio, la puesta en escena del Cadí pareció una extensión de la semifinal del pasado abril contra el Avenida. Pie se ha quedado el que Miguel Ángel Ortega hizo triunfar. Presión en toda la pista, siempre, dos contra uno constante en la banda, muy de uso de las manos, presión en la línea de pase ... Después de un primer cuarto con equilibrio final (14-14) pero peores sensaciones en las filas locales, llegó el desastre del campeón.

El Cadí sacó más jugo que nunca en su presión y recuperó seis balones -algunas en servicio de fondo- mientras el Spar tenía tantas dificultades para hacer alguna lectura del juego que los ataques se le hacían cortos. No competía, ni con balón ni sin él. Negados desde el perímetro (0/5 triples al descanso, 0/10 al final), tampoco supo dar el balón en condiciones dentro, donde, en teoría, tenía superioridad. En la media parte, entre las cuatro interiores del Spar sumaban 18.3 tiros de campo y ni siquiera controlaban el rebote (16 a 22). El 5-24 (2 + 1 de Spanou y una asistencia a Carbón) era tan demoledor como la sensación de que, a poco que el Cadí tuviera suficiente piernas para mantener su propuesta defensiva, el título cambiaría de manos. Porque el Cadí, más sólido colectivamente, también ganaba todos los duelos individuales.

Y esta sensación se confirmó. El Spar salió del vestuario atacando con más paciencia y criterio, asegurando el rebote detrás y proponiendo una defensa zonal y, en menos de dos minutos, anotó más que en todo el segundo cuarto (parcial de 6-0, 25- 38 y tiempo muerto del Cadí). Con 31-45, un tapón de Gil en Spanou terminó con baloncesto de la murciana y, a continuación, dos triples de Tania Pérez y Montoliu situaron el 34-53. El cuarto fue local (20-16), pero cuando fallan las piernas y el rival gana de 20, la cabeza también claudica. Miércoles, Spar-Avenida en Fontajau con la supercopa en juego. Con Gray, pero con algunos déficits que no se pueden solucionar en cuatro días.

Toni Romero
foto: L. Serrat
lesportiudecatalunya.cat