Patri Cabrera es una de las diecisiete técnicas que participarán en el Curso Superior de Entrenador 20/21. Tras cuatro años en los banquillos, está preparada para dar un paso adelante y compaginar los conocimientos que sacará de la formación con su larga trayectoria como jugadora en competiciones FEB

 

La temporada 20/21 terminó para Patri Cabrera con la celebración del ascenso a LF Endesa que consiguió el BAXI Ferrol hace una semana en Leganés. Ahora, con la llegada de la postemporada, la jugadora se plantea otro reto que también está ligado al baloncesto: Completar el Curso de Entrenador Superior 20/21 y prepararse para perseguir su sueño de dirigir banquillos en la élite.

Sus inicios como entrenadora fueron una casualidad. El club gallego necesitaba que alguien llevara un equipo preinfantil y Cabrera se ofreció a echar una mano. Tras comprobar que esta otra faceta del baloncesto también le apasionaba, se implicó con el grupo al que acompañó hasta la categoría cadete.

Ya son cuatro cursos los que la grancanaria ha compaginado pistas y banquillos. Entre sus mejores experiencias, recuerda cuando le tocó coger el equipo sénior porque la entrenadora Sandra Prieto se tuvo que hacer cargo de la primera plantilla. Un momento que afrontó con dudas porque por primera vez, le tocaba dirigir a jugadoras de su edad e incluso mayores, sin embargo el grupo se implicó y la experiencia fue muy positiva.

Como jugadora es una especialista desde el triple y, por ello este es uno de los aspectos del juego que considera indispensable en sus equipos. “Si no tienes un buen porcentaje de tres, estarás limitando tu juego, el baloncesto cada vez pide más rango de tiro en todas las jugadoras porque si no las defensas condicionan mucho”. Aunque para formar grandes tiradores, lo más importante para Cabrera es "dar confianza" al jugador.

Más allá de esto, lo que busca es trasladar a las jugadoras “lo que necesitan para ser mejores” y aportarles todas las experiencias que ha ido recogiendo en sus más de diez años como jugadora en competiciones FEB.

¿Qué buscas en este CES 2021?
Pretendo conocer otros puntos de vista y disfrutar de la parte presencial en la que estaré diez días con muchos entrenadores de diferentes clubes y comunidades autónomas. Creo que aprender de tanta gente es enriquecedor y me parece una oportunidad formativa única.

¿Cómo ha sido tu trayectoria como entrenadora?
Empecé a entrenar porque un equipo de la base no tenía entrenador, la liga ya había empezado y se estaban turnando varios técnicos del club. Llegó el momento, probé y me gustó. Ya llevo cuatro años. Empecé con un equipo preinfantil, luego me dieron la oportunidad de coger al senior femenino y este año compagino este grupo con un premini.

¿Te ves como entrenadora de élite cuando dejes de ser jugadora?
A mí me encantaría pero sé que es difícil llegar hasta ahí. Tengo claro que trabajaré y me esforzaré para formarme lo mejor posible. Soy consciente de que el camino es muy largo y seguramente me encontraré algún obstáculo pero tengo claro que no me voy a rendir y que seguiré luchando por ser la mejor entrenadora que pueda.

¿Cuál ha sido tu mejor experiencia en los banquillos?
No tengo ninguna experiencia concreta pero me encanta ver cómo avanzan las jugadoras en el día a día y afrontar cada partido como una nueva oportunidad para mejorar.

¿Qué tipo de entrenadora te gustaría ser en un futuro?
Quiero seguir con estas ganas de ser mejor cada día y ser capaz de trasladar a las jugadoras lo que necesitan. Me encantaría aportarles todo lo bueno que he recogido estos años como jugadora. Quiero ser una entrenadora humilde y que hable de mí mi trabajo, no los logros.

¿Cómo valoras el papel de la mujer en los banquillos?
Creo que es escaso y a la vez positivo. Las entrenadoras tienen cada vez más oportunidades y creo que están demostrando su valía, pero todavía son pocas. Hay talento, interés, conocimiento y trabajo de sobra, solo hay que seguir dando confianza.

¿Quiénes son tus referentes en los banquillos?

Me quedo con cosas de todos los técnicos que he tenido, todos son referentes y gracias a ellos sé el tipo de entrenadora que quiero ser. Los que más me han marcado son los que han sido humildes y los que se han comprometido con la plantilla. En España somos unos privilegiados porque el nivel de los técnicos es de alto nivel, tanto por conocimientos como por valores.

¿En qué te puede ayudar ser jugadora de élite a la hora de ser entrenadora?
He llenado mi mochila de conocimientos gracias a compartir vivencias con jugadoras, entrenadores y ligas diferentes. Cada experiencia aporta algo y creo que ayuda como técnica tanto en la lectura de situaciones como en la gestión del grupo.

¿Cómo entrenarías tu especialidad? ¿Le darías especial importancia en tu equipo?
Sí, sin duda. Cuantos más recursos tiene un jugador, más peligroso es y está claro que si no tienes un buen porcentaje de tres, te limitará a la hora de desarrollar todo tu juego. El baloncesto cada vez exige más rango de tiro y no solo para especialistas, sino para todos los jugadores porque si no, las defensas te condicionan mucho.
En el tiro no es importante solo el porcentaje sino también la selección, la lectura de la situación y ser una amenaza como pasadora. Insistiría en mucho volumen de tiro en contextos reales y con estrés y sobre todo en la confianza, es el aspecto menos técnico pero el más necesario.

¿Cómo valoras el ascenso unos días después?
Estoy más tranquila pero los días siguientes me dolía mucho el cuello por la tensión vivida durante la fase. No solo hemos conseguido el ascenso sino que hemos ganado 29 partidos seguidos. Parece fácil pero nos costó muchas horas de entrenamiento, de gimnasio y de scouting. Estoy muy feliz de haber participado en devolver al equipo a la liga en la que que se merece estar, ahora solo hay que aprovecharlo y trabajar muy duro para permanecer muchos años en LF Endesa.

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foto LOKOS X EL BALONCESTO FEMENINO