Spar Girona está obligado a reaccionar y, en función de cómo lo haga, el curso todavía puede ser un éxito
“El equipo ha tocado fondo y lo que tenemos que ver es si nos aguantamos mucho rato o si somos capaces de dar pequeños pasos hacia fuera, salir del agua. Costará, pero lo probaremos.” Es como Bernat Canut describía el estado en el que está el Spar Girona, en el peor momento de la primera temporada del técnico del Alt Urgell (1989) en Uni, el domingo después de la derrota más amplia del curso (58 -76).
A contracorriente
El ejercicio arrancaba, y no es la primera vez, con el pie cambiado en la pretemporada por el alud de bajas. La plantilla, pendiente de cerrarse, empezaba a entrenarse sin Magaly Mendy, que llegaba a finales del 2021 para vivir su tercera etapa en Uni –con un contrato para lo que quedaba de curso y otros dos– y que estos últimos días ha sido madre. Marianna Tolo aún estaba en el mundial de Australia y Rebekah Gardner, con las Sky (WNBA). De las 8 jugadoras del primer equipo que hay ahora sólo Laia Flores, Giedre Labuckiene y Faustine Parra están desde el primer día.
Crystal Bradford era el parche para la previa de la Euroliga, que se marchó con el título de la supercopa en Vitoria –la Liga Catalana en Fontajau es el primer gran fiasco–, en el parón por la primera ventana FIBA; cuando Bernat Canut ya no cuenta. Pierde la confianza en Gran Canaria, en el 71-75 en la prórroga, el 12 de noviembre, cuando el equipo viene de perder los dos primeros partidos del curso –domingo en la liga (Zaragoza) y el jueves en la Euroliga ( Malinas)–, en el primer partido que Binta Drammeh se pierde por molestias, las que ahora la tienen de baja indefinida. Ese día también se lesiona Laura Cornelius y, cuando termina la ventana (29 noviembre), el club ficha a Brittney Sykes pero no debuta hasta el 22 de diciembre ante el Cadí (67-57) por el filibusterismo húngaro. La marcha de la neerlandesa en Cukurova, en enero, se cubre el día que se cierra el mercado con Ornella Bankolé y, al día siguiente en Salamanca (1 de marzo), Araújo se añade a Etxarri (16 de febrero) y Galve (octubre) en la nómina de lesionadas de crucigramas. “Le necesitamos sobre todo en un aspecto mental. Físicamente es evidente, pero creo que los problemas son más graves en un aspecto mental”, decía Canut el domingo refiriéndose, entre otras circunstancias, a un caso personal que afecta a una de las jugadoras.
Superficie
Cuatro derrotas seguidas, cinco en los seis partidos posteriores a la segunda ventana FIBA –Spar era líder en solitario en la liga (17-3) y cuarto en la Euroliga (7-5)– suponen tocar fondo, es evidente, sobre todo por la derrota con un reciente ascendido anteayer. El equipo vuelve al trabajo mañana con el partido en Lugo el sábado como primera brazada hacia arriba de lo que debe ser la reacción gerundense. Y asomarse fuera del agua antes de dos partidos seguidos en casa con la copa en Zaragoza en el horizonte, hoy que hace justo dos años que Laia Palau levantaba la copa en Valencia (72-62 en la final contra las anfitrionas ). De esa plantilla queda Araújo (10 puntos y 14 de valoración el 7 de marzo) y Labuckiene (2 y 5).
La Avenida recibe mañana al Araski y el Valencia pasado mañana acude a Leganés, por la presencia de los dos equipos que ahora superan al Spar Girona en la clasificación en los cuartos de la Euroliga, contra el Praga y el Schio respectivamente y sin el factor pista. Ambos se verán las caras en la Fonteta en la penúltima jornada de liga y, por tanto, hará bien el conjunto gerundense de no resbalar más. Primero para mantener las posibilidades de jugar –y superar– la semifinal liguera a doble partido con la vuelta a casa –en los dos últimos fue eliminado, en el segundo partido en Valencia ambas veces–. Y después para llegar fresco y en buena dinámica a la copa y aspirar al gran título: la plaza para la próxima Euroliga.
Borja Sánchez
lesportiudecatalunya.cat