El arreón del Gran Canaria obliga a las celestes a exprimirse
“Hasta la última canasta del último partido”. Esa era la previsión que se oía en el Celta Zorka Recalvi al planificar la temporada, con la esperanza de saldar tal agonía de manera feliz. Así de incierta parece que será la resolución liguera, aunque en realidad el rendimiento celeste haya sido superior al que cabía esperar. La permanencia se ha encarecido y obliga a las de Cristina Cantero a exprimirse.
Nunca es fácil el regreso para un club que lleva tiempo alejado de la máxima categoría –once años habían transcurrido desde la renuncia a la plaza por causas económicas–. Y menos si se asciende como segundo, a través del play off, retrasando aún más los plazos. El director deportivo, Carlos Colinas, se enfrentó a un mercado más que maduro y a las suspicacias de los principales agentes.
En tales condiciones, los dirigentes celestes apostaron por edificar el proyecto sobre un núcleo fiel (Musa, Aguilar, Seniosain, Garfella, Prats, Vidal) y reforzarse con apuestas inevitablemente arriesgadas, ya fuese por inexperiencia en la élite española (Haidara, Benton) o por las condiciones que hacían su fichaje asequible, como la reaparición de Trahan-Davis tras su maternidad. Apenas Samson estaba en su mejor madurez. Y la operación para reforzar la pintura que supuso Premasunac salió mal.
Cristina Cantero ya había adquirido en Liga 2 sobrada experiencia en el ensamblaje de plantillas con poca pretemporada. Nadie se puso nervioso cuando la primera victoria tardó en llegar. Sucedió en Barcelona, a mediados de noviembre, y como consecuencia de un evidente crecimiento.
Lo cierto es que el Celta Zorka Recalvi ha rendido de manera notable desde entonces. Ha obtenido triunfos inesperados y épicos, como en Navia ante el Perfumerías Avenida y en Fontajau ante el Spar Girona. Ha roto su mala racha en los derbis gallegos, recientemente ante el Baxi Ferrol. Y ha ido ganando a los equipos señalados como adversarios directos. De hecho, una de las ventajas que se han granjeado las célticas es tener el average directo ganado con todos ellos.
Porque aunque en pura teoría Cadi La Seu –también average favorable– y Araski siguen en la pelea (11 victorias), las cuentas más realistas centran la batalla de la penúltima posición en Barcelona (10), Celta y Spar Gran Canaria (9). Con el Bembibre (un solo triunfo) condenado desde hace semanas, el segundo descenso será mucho más caro que el del año pasado –Tenerife bajó con 3 y Leganés, con 8–
El Gran Canaria ha roto esos cálculos con la remodelación que lideró Astou Ndour en febrero. La internacional eligió el club en el que se formó al llegar de Senegal para recuperar la forma de cara a los Juegos. Las canarias actúan con seis jugadores en rotación. Han bastado para ganar cinco de los seis últimos partidos después de haber salido de Navia casi sentenciadas.
Armando Álvarez
foto: R- Grobas
farodevigo.es