Verónica Sánchez (16-12-1985) es una de las jugadoras más queridas del Al-Qazeres. Encasillada teóricamente en la Liga Femenina 2, su temporada en la máxima categoría está por encima de las expectativas. Solo añora más victorias.
--¿Cómo se está sintiendo a nivel individual?
--Muy bien. Sabía que me iba a costar jugar minutos, y se decía que no iba a tener casi ninguno. Pero trabajé mucho en verano para tener mi recompensa y así está siendo. Estoy muy contenta.
--¿Esperaba ser la máxima anotadora nacional del Al-Qazeres? 7,1 puntos
--No. Nadie daba ni un duro por mí. Es una satisfacción ver que me he ganado mis minutos, que he peleado y que sigo trabajando para poder estar ahí.
--¿Y cómo ve al equipo?
--Es una situación súper complicada. Ser últimas no le gusta a nadie, pero veo un equipo luchador, joven. O nos juntamos todas y tiramos para adelante o la otra opción, que es abandonar, decir que no podemos hacer nada más. Y todas queremos ganar y trabajamos para ello. Somos luchadoras y no nos vamos a rendir nunca.
--¿Cuántas victorias cree que hay que sumar para conseguir la permanencia?
--Ocho... siete... No lo sé.
--¿Y le salen las cuentas?
--Lo hemos hablado, pero son situaciones en las que me gusta no pensar, ir partido a partido. Fue una pena no sacar el de Ferrol, solamente perdimos de tres. Pero... ¿para qué ir más allá si tenemos cada semana un partido y hay que sacarlo?
--Con los últimos fichajes, los minutos están más repartidos, sobre todo en su posición...
--Yo había jugado con Nina Bogicevic) en Girona. Me gustó que viniese. En lo de los minutos, manda el entrenador. Dentro de la rivalidad de los entrenamientos, nos llevamos muy bien.
--¿Bogicevic era lo que se necesitaba, una tiradora, una 'killer'?
--Sí. Todos los tiradores vamos por rachas. Yo creo que a mí me va a venir bien que esté ella en el equipo, porque voy a jugar más liberada, sin tanta presión.
--El viernes llega el Perfumerías Avenida. ¿Imposible?
--No da miedo. Hemos jugado ya varias veces y le ganamos en pretemporada. Somos realistas: una jugadora de su equipo puede ganar lo mismo que todas nosotras juntas. Son increíbles, pero miedo, ninguno. Hay que tratarlas de tú a tú, pelear el partido. Se les puede ganar. Nada es imposible. Vamos a ir a muerte.
J. Ortiz
foto: J. Pulpo
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