La jugadora barcelonesa tiene como gran prioridad quedarse en el club gerundense, que también está predispuesto a mantenerla en la plantilla de la próxima temporada
Pocas jugadoras han conectado tan bien con Uni Girona esta temporada como Ainhoa López. La barcelonesa, que aterrizó el pasado verano para vivir su segunda etapa en Fontajau tras su paso por el club gerundense en el curso 2016-17, tiene clara su prioridad, que no es otra que continuar en un lugar donde está muy feliz, tal y como ha podido confirmar Diari de Girona. El club, por otra parte, ve con muy buenos ojos su continuidad, y, si nada se tuerce, tiene la predisposición de ofrecerle la renovación que aseguraría su presencia, como mínimo, un curso más.
«Es una jugadora con mucho corazón que nos dará identidad», valoraba la directora deportiva, Laia Palau, en el anuncio de su fichaje, a finales de agosto. López ha respondido, en la pista y fuera de la pista. En primer lugar, representando con dignidad al escudo de un club que ha vivido una temporada muy complicada, con derrotas duras y una inestabilidad deportiva difícil de digerir.
La alero catalán nunca se ha escondido, en los malos momentos, y presenta buenos números: en 34 partidos y 581:65 minutos en las competiciones nacionales, ha hecho 134 puntos (37,6% en tiros de dos, 25 % en tiros de tres y 72,7% en tiros libres). Cogió 79 rebotes, repartió 71 asistencias y tiene un 122 de valoración. En Europa, en la Eurocup, López ha promediado cuatro puntos en una media de 16,7 minutos por partido (disputó 14), tiene un 38,5% en tiros de dos, un 19,4% en tiros de tres, un 50% en tiros libres, 2,6 rebotes, 1,8 asistencias y una valoración de 4,8 como datos más relevantes.
Pero López es mucho más que todo esto. Es físico, carácter, implicación y sensibilidad. Da igual si tiene que bajar piernas-ayúdame a detener un contraataque aunque las posibilidades sean mínimas, ella baja. Da igual si tiene que saltar fuera de la pista para intentar salvar un balón que parece imposible, ella lo intenta. Da igual si se debe quedar fuera del pabellón un buen rato, después de una mala noche, firmando autógrafos, haciéndose fotografías y poniendo buena cara, ella se queda. Estos detalles para un club tienen un valor incalculable.
Por estos motivos, y alguno más, el público de Fontajau le ha aceptado como una de las suyas. «Fin a una temporada llena de altibajos, muchos obstáculos e imprevistos, lesiones, cambios... pero si algo no cambiaría por nada del mundo es nuestra afición. Gracias por estar ahí. Por darlo todo. Para estar a nuestro lado cuando más lo necesitábamos. El jueves (victoria en la ida de las semifinales contra el Perfumerías Avenida) os miraba y pensaba, se merecen todo. Merecen partidos y noches como ésta. Si creímos hasta el final, fue gracias a vosotros. POR vosotros. Gracias por hacernos sentir así de especiales y queridas. Esto ha sido lo mejor de la temporada. Ah, y orgullosa de mi equipo. De todo lo que hemos ido superando y atravesando. Juntas. Siempre», tumbaba en sus redes sociales, haciendo balance anual.
"Creo que venir a Girona fue un poco el destino", decía en una entrevista a este diario. ¿Lo será también su posible renovación?
Jordi Bofill
diaridegirona.cat
foto: @ainhoalopezr8