La jugadora, que afrontará su sexta temporada en Avenida, habla de su relación con la ciudad, con la afición, con las críticas y hace su particular autoanálisis
Andrea Vilaró sigue una temporada más en Perfumerías Avenida. Una renovación que la 'marea azul' esperaba porque ahora mismo no se entiende a ninguna de las partes caminando sin tener al lado a la otra y todo además después de una temporada en la que su figura creció mucho en importancia en la pista durante buena parte de la misma, aunque al final no acabara tan bien como empezó y eso es algo que ella misma pone sobre la mesa.
Sincera, muchas veces incluso como no estamos acostumbrados a ver a otros deportistas que muchas veces prefieren optar por aquello de no 'mojarse', Andrea Vilaró habla de ella misma, de sus expectativas, del club y de una ciudad en la que ha encontrado una segunda casa en una entrevista que ha sido difundida por el club y que merece la pena reproducir.
Vilaró habla para empezar de cómo es vivir en Salamanca, ya como un segundo hogar para ella donde vive rutinas que pueden ser las de cualquier otro. "Al final creo que cuando te sientes agusto en una ciudad, coges estas pequeñas rutinas pues como ir a comprar el pan al mismo sitio, venir a hacer café con gente desconocida y ahora es parte de tu día a día y me considero adaptada a la ciudad y como en casa".
En la misma línea añade: "Puedo decir que ya he hecho mi grupito de amigos, donde me siento agusto y tranquila y donde me tratan como una persona normal y corriente y la verdad que eso me ayuda a desconectar, el escuchar problemas de otra gente, compartir momentos con ellos me ayuda a sentirme a gusto. Para mí ahora mismo Salamanca es una segunda casa, la gente sabe que soy de Barcelona, que tengo a mi familia allí, que también tengo una parte de mi corazón en La Seu pero Salamanca después de tantos años se ha ganado un gran hueco".
La renovación es algo que todo el mundo esperaba. "Desde el staff, el presidente, la afición siempre me piden que no me vaya y me quede y eso hace que me sienta querida", reconoce.
Ahora con la tranquilidad de saber donde estará su futuro el año que viene echa la vista atrás a todo lo que pasa en pocos meses. "La cabeza también es montaña rusa y con las españolas también hacemos broma de que estar aquí es muy duro mentalmente y quita un poco años de vida. En una temporada pasan muchísimas cosas, desde cambios de entrenadores, cambios de compañeras, venimos de años de ganar todo a, de repente, no ganar nada y entonces siempre es un reto. Son temporadas donde pasas muchos altibajos pero la sensación que me queda es que ganando o perdiendo siempre hemos terminado triunfando porque la gente se siente orgullosa de lo que hacemos".
Como una de las 'veteranas' del vestuario tiene claro que cuál es uno de sus papeles. "Transmitirle a la gente nueva que baloncesto y Salamanca practicamente son la misma palabra. Que aquí la historia que tiene el club hace que te impliques. Si quieres venir aquí y pasar un poco por encima no vas a terminar de conectar con la gente y la ciudad y eso intentamos transmitir que te tienes que involucrar tanto fisica como anicamente".
"Es difícil desconectar de la temporada porque pasas de una rutina muy marcada a no tener nada que hacer. Eso también es complicado mentalmente y los primeros días aun tienes mucho el chip de temporada y guardas más o menos recuerdos pero lo importante es encontrar la motivación para seguir y nuestra máxima motivación es la afición. Al final el año pasado no ganamos nada y este año suben los abonados y eso te hace trabajar para que luego, ganes o pierdas, des la mejor versión de ti misma", apunta Vilaró sobre lo que impulsa a seguir adelante después del desgaste de todo un año.
Habla de su temporada y de cómo ha sido la trayectoria y de un final que no fue cómo se podía esperar en lo individual y como equipo. "Indiscutiblemente me afecta. Si soy autocrítica con mi persona esta temporada ha sido de más a menos diría yo. El cambio de entrenador supuso un poco un cambio de rol y eso cuesta. Sobre todo al principio cuesta hacerte a la idea porque la temporada va muy rápido y cuando te quieres dar cuenta ha pasado un mes y es difícil ser consciente de las cosas que van pasando. Al final lo que siempre me han intentado inculcar en casa es que nunca deje de hacer mi trabajo y dar lo mejor de mi misma y en eso sí que estoy contenta porque siempre lo he intentado. A eso me aferro mucho para no tener tantos altibajos".
De ella se destacada su papel 'vitamina' como fundamental para el vestuario algo que ha venido aportando desde su llegada. "La misma Andrea en vitalidad, positivismo, en intentar que cada día la gente se sienta a gusto tanto alrededor mío como del club. Vivo la vida con mucha pasión, a veces hasta me paso, pero es mi manera de ser y creo que esa energía constante le gusta a la gente. Es un crecimiento personal y me he visto evolucionar, creo que estas experiencias buenas y malas han hecho curtirme y tengo que mejorar cosas pero soy así. Soy pasional, me gusta mi trabajo, defiendo a mi gente y me gusta transmitir la lealtad a la gente a la que estoy rodeada".
Habla de su papel en el vestuario, y la labor general del grupo de nacionales. "Ahora mismo en el club hay gente como Leo, Laura, entre todas las españolas complementamos el trabajo de Silvia. Silvia es irreemplazable. Tiene unas cualidades para ser capitana, líder que son indiscutibles y lo demuestra año a año. Este año a pesar de estar tiempo fuera era el reflejo donde mirarnos. Ella es más tranquila, yo soy más torbellino y siempre va bien tener un yin y un yan para que las cosas funcionen. Intento ayudar a Silvia en lo que ella me pide y en lo que creo que puedo aportar, intentamos que haya comunicación fluida entre todas las españolas porque gracias a lo mejor a nuestro trabajo la gente que llega de fuera se adapta más rápido".
Hay cosas que aun la sorprenden en Salamanca. "Este año a mí me ha sorprendido mucho porque partido a partido iba firmando a gente con mi camiseta y eso me choca mogollón porque mi trabajo normalmente no es de súper estrella y sí de hacer trabajo sucio. Ver que la gente te apoya de esa manera y te dice que gustas como juegas etcétera, me hace sentir orgullosa".
Lo que no le ha hecho pasar tan buenos momentos son algunas de las críticas recibidas sobre todo a final de temporada y en redes sociales. "Este año lo he pasado mal el último tramo de temporada porque era consciente de que mi rendimiento había bajado y soy muy autocrítica con mi persona y mi manera de jugar y duele. Aunque a veces no hagas caso, pero cuando van partidos que no solo se duda de lo que yo pueda ofrecer si no de lo que el equipo ofrece en generalm duele porque llevamos meses trabajando y desgraciadamente no somos máquinas. No lo he pasado bien este último tramo pero sé que forma parte de nuestro trabajo, de recibir halagos y críticas pero me dolía porque sabía que me quedaba y que estaba intentándolo todo pero a veces las cosas no salen. Aun así la gente que me ve día a día sabe que lo doy todo por mi club y compañeras. Ultimamente estoy anotando menos pero hago un trabajo invisible que no se ve pero acepto las críticas y voy trabajar para volver a reencontrarme".
Y, por último habla de lo que le impulsa a seguir firmando con Avenida. "Es difícil, son tres renovaciones, porque cada año se me pasa por la cabeza dejarlo porque las temporadas son largas y difíciles. El año pasado decidí quedarme porque hubo un partido, creo que fue el de Girona en casa de Euroliga, se me puso la piel de gallina. Y este año no ha sido un partido, han sido varios en semanas claves donde yo tenía que decidir y es que lo que siento lo que juego en este pabellón lo he sentido pocas veces y creo que no puedo dejarlo escapar. La gente me quiere y yo quiero al club y nos tenemos que dar la mano y seguir juntos porque ganemos o perdamos tengo claro que quiero volver al Ayuntamiento y no me voy a ir de aquí hasta que no levantemos otro título".
Teresa Sánchez
tribunasalamanca.com