El equipo aragonés vuelve a toparse con las valencianas en un encuentro que no tuvo historia y en el que en ningún momento pudo ni frenar ni hacer daño a las merecidas campeonas de la Supercopa
No pudo ser. Además no estuvo ni cerca. El Casademont Zaragoza se quedó a las puertas del que hubiera sido el segundo título de su historia tras ser aplastado (84-60) por un Valencia que sigue siendo la bestia negra del equipo aragonés. La final duró un suspiro. Desde el inicio, las de Cantero no encontraron la manera ni de frenar ni de hacer daño a las valencianas en un duelo que, sin restar mérito a la gran actuación del sábado ante el Perfumerías Avenida, deja un mal sabor de boca y algunos defectos que el técnico madrileño tendrá que pulir.
Y es que no hay manera con Valencia Basket. Los números no mienten. Llegaba el Casademont al choque de este domingo tras seis derrotas consecutivas contra el equipo de Rubén Burgos y además siempre de manera abultada, con una diferencia media de 22 puntos por partido. La final de la Supercopa siguió por esos derroteros y el guion fue muy parecido, prácticamente calcado.
Porque el bloqueo de las aragonesas con Valencia parece ser algo que va más allá de la evidente superioridad en la plantilla nombre por nombre que tiene Valencia frente al Casademont, derivada de la gran diferencia de presupuestos entre ambos clubs. Ante las taronjas desaparecen todas las virtudes y las cualidades del equipo, incluso su espíritu guerrero, que no apareció en Alcantarilla. Porque en ningún caso se le puede pedir al Casademont Zaragoza ganar a Valencia, pero sí algo más de lo que ofreció este domingo.
Sin opciones
Lo mejor de las aragonesas en todo el choque fueron sus dos primeras canastas. Una doble conexión entre Mariona Ortiz y Markeisha Gatling parecían dar esperanzas de ver una película diferente esta vez. Por ahí pasaban muchas de las opciones de las de Cantero en la Supercopa. Pero ese inicio fue un espejismo porque, además de la base y la pívot estadounidense, no aparecía nadie más. En un visto y no visto se colocó Valencia diez arriba (16-6). Entre Fingall, Iagupova y Leti Romero comenzaron a dejarle claro al Casademont que no iba a tocar metal.
El tiempo muerto de Carlos Cantero no funcionó y la renta siguió subiendo hasta el 20-9 con el que acabó el primer cuarto. La producción ofensiva se limitó en esos primeros diez minutos a tres canastas de Gatling y un triple de Brcaninovic. Eso, sumado a que la normalmente sobresaliente defensa aragonesa no aparecía, auguraba problemas más que serios. Pintaban bastos para el Casademont.
No cambiaron mucho las cosas en el inicio del segundo cuarto. Un afortunado triple de Alba Torrens y un par de canastas de Mavunga (espectacular su superioridad física) elevaron la renta valencianista hasta los 20 puntos. Apareció entonces Ainhoa Gervasini, que no tuvo minutos en la semifinal pero que provocó junto a Gatling una pequeña reacción en la que el Casademont llegó a colocarse a 14 puntos. De nuevo, un espejismo. Un par de malas decisiones de las aragonesas y dos triples de Fingall, el último sobre la bocina, devolvían los 20 puntos de ventaja en una final que se sabía sentenciada en el paso por vestuarios (45-25).
Minutos de la basura
Pero había que jugar todavía 20 minutos, que acabaron siendo más de pretemporada que otra cosa. Los buenos minutos de Mawuli, Laia Flores y alguna acción aislada de Helena Pueyo al final fueron manteniendo la diferencia más o menos constante ante un Valencia Basket que dio la sensación de que si hubiera tenido que ganar el partido por 40 puntos lo habría conseguido sin demasiados problemas.
Un triste epílogo para una decepcionante final (a la que hay que llegar, eso sí) en la que Valencia no dio opción a un Casademont Zaragoza desesperado ante un equipo al que no encuentra la manera de hincarle el diente y que le tiene maniatado por completo.
Valencia Basket Club (20+25+22+16): Romero (8), Casas (7), Iagupova (12), Fingall (20) y Hatar (6) -cinco inicial-, Mavunga (13), Erauncetamurgil (2), Torrens (6), Vitola (9), Florez (1), Broncano (-) y Jelenc (-).
Casademont Zaragoza (9+16+20+15): Ortiz (3), Pueyo (7), Nystrom (2), Atkinson (-) y Gatling (14) -cinco inicial-, Lacorzana (5), Brcaninovic (3), Flores (10), Hermosa (4), Mawuli (12) y Mistinova (-) y Urdiain (-).
Arturo Pola
elperiodicodearagon.com