El conjunto aragonés jugó este domingo su tercera final en tres años, de las cuales consiguió ganar la de la Copa de la Reina en el 2023. Esta temporada, con jugadoras tan queridas como Gatling y Mariona o algunas con un gran rendimiento como Helena Pueyo, Laia Flores o Mawuli, la ilusión de la 'Marea Roja' está por las nubes
Nunca una derrota había sido tan dulce. La de este domingo frente al Valencia fue la tercera final que el Casademont juega en tres años, tras la conquista de la Copa de la Reina en 2023 y la disputada en el mes de mayo en la que cayó de nuevo frente a las valencianas. Estos datos sitúan en la actualidad al Casademont como el equipo referencia en Aragón, en cuanto a rendimiento y títulos.
En el año 2020, el Casademont comenzó su andadura en el baloncesto profesional tomando el relevo del Stadium Casablanca en la Liga Femenina Endesa. De aquel primer grupo de jugadoras, actualmente solo queda la figura de Markeisha Gatling tras su gran regreso a Zaragoza. Cinco temporadas después, el conjunto aragonés ha disputado tres finales en los últimos tres años, consiguiendo comenzar este curso sumando la última hasta el momento.
Y es que, a pesar de la derrota de ayer, de nuevo por una gran diferencia ante un intratable Valencia Basket (84-60), incluso Carlos Cantero afirmó que "hace dos meses habría firmado jugar la final de Supercopa" y Laia Flores expresó que las jugadoras tienen que estar "orgullosas" de ser haber sido finalistas.
El ascenso del equipo aragonés ha sido meteórico, situándose como el conjunto más potente de Aragón en cualquier disciplina deportiva. Tres finales, un título y la que será su segunda participación en la Euroliga femenina esta temporada, avalan a las de Carlos Cantero, que consiguen superarse año a año, llegando a pelear con los mejores equipos del continente.
La pasada campaña, en su primera experiencia en la máxima competición europea, las rojillas avanzaron con paso firme hasta meterse en los cuartos de final de la Euroliga y quedarse muy cerca de poder disputar la Final Four continental. Finalmente acabaron cayendo frente al Cukurova Mersin, en una eliminatoria que el Casademont peleó hasta el final, consiguiendo llevarla en el Príncipe Felipe al partido decisivo. Con este gran precedente, este año volverán a estar ahí con ganas de volver a superarse.
Pero en Liga tampoco se han quedado atrás a lo largo de los años. En la temporada 22-23 se consiguió meter en sus primeros playoffs de Liga Endesa Femenina al quedar cuarto en la fase regular. En la pasada campaña, el Casademont logró mejorar su marca, terminando tercero y volviendo a entrar en los playoffs por el título, quedándose fuera de la final en las dos ocasiones.
Un potencial infinito
Si esta mejora continua temporada tras temporada no genera ilusión y expectativas entre la Marea Roja, el equipo que ha conseguido formar este año el Casademont ya ha demostrado tener muchísimas virtudes a lo largo de la pretemporada y en los primeros partidos oficiales que auguran un curso emocionante por delante.
Han destacado por encima del resto nombres como el de Helena Pueyo, una jugadora con el lanzamiento como su principal arma. También el de Keisha Gatling, quién en su regreso está siendo sin duda la sensación del equipo, una pieza fundamental en este arranque de la temporada. Además, Laia Flores o Stephanie Mawuli han irrumpido en el Casademont y también se han colocado como jugadoras que suman mucho cuando Cantero les da entrada.
Por todas estas razones, el Casademont Zaragoza femenino es el orgullo de Aragón, habiendo demostrado un crecimiento exponencial desde su creación y subiendo año a año sus prestaciones tanto en España como en Europa.
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