Lee la doble crónica del encuentro

 

 

SOBRE LA BOCINA

Una canasta de Atkinson con el tiempo casi cumplido da a las aragonesas un triunfo importantísimo ante el líder tras una gran reacción en los últimos minutos en lo que ha sido un partido vibrante de baloncesto en el Príncipe Felipe

Cuando todo parecía perdido, con Gatling eliminada por faltas y una desventaja de seis puntos en los últimos tres minutos, el Casademont Zaragoza recurrió a su esencia. Las de Cantero tiraron de rasmia y lograron una espectacular remontada en la que Atkinson, con una canasta sobre la bocina, dio la puñalada mortal a un Jairis (70-68) que hizo casi todo bien, pero que un mal final le impidió llevarse una victoria que parecía cantada, pero que nunca se puede dar por sentada en un Príncipe Felipe que también contribuyó lo suyo para darle la vuelta al partido.

Pero para entender la resolución del choque, hay que remontarse a 37 minutos de baloncesto antes. Llegaba el Jairis al pabellón zaragozano con la vitola de líder y de equipo revelación del pasado año y que este año quiere convertirse en una realidad. En cambio, el Casademont llegaba con más dudas tras dos derrotas consecutivas pero con la tranquilidad de volver a casa, donde las aragonesas se sienten poderosas.

El partido empezó con sonrisa por la cerrada ovación que le dio el Felipe a Carmen Grande y a Petra Holesinska en su regreso a Zaragoza. Pero pronto se puso demasiado bronco en un encuentro en el que los árbitros pitaron demasiado e impidieron que el duelo cogiera ritmo. La igualdad marcó el primer cuarto, con los dos equipos yendo constantemente a la línea de tiros libres. Nystrom, en un minuto mágico, levantó al Felipe con un triple y un 2+1, dando una pequeña renta que el Jairis fue limando. Cuando parecía que el choque iba a entrar en el segundo cuarto empatado, Mistinova convirtió un triple afortunado que puso el 19-16 en el marcador.

Sin embargo, las dos faltas de Mariona y de Gatling iban a obligar a Cantero a tener que dosificarlas. Especialmente dolorosa fue la tercera de Ortiz, que provocó, sumada a la ausencia de Laia Flores, que Helena Pueyo tuviera que jugar de base durante buena parte del segundo cuarto, algo que no sentó bien al equipo. Se atascó el Casademont en ataque y lo aprovechó poco a poco, como si estuviera picando piedra, el Jairis. Del 25-21 se pasó a un inquietante 26-30 tras varios aciertos de Ginzo, Nelson y Holesinska. El Felipe, que veía a las suyas sufrir, comenzó a rugir como sabe. Cuando faltaban tres minutos para el descanso, Cantero decidió arriesgar y volver a poner a Ortiz en cancha con el riesgo que eso conllevaba. La apuesta no le pudo salir mejor al técnico madrileño y el Casademont, liderado por una espectacular Mariona, le dio la vuelta al partido y se puso por delante (34-32) en un visto y no visto con tres acciones de mérito de la base.

López, Czukor, Gatling.....Atkinson

El partido se fue al descanso con empate a 34 con la sensación de que se iban a ver 20 minutos vibrantes en el Felipe Los augurios se quedaron incluso cortos. Con Gatling, de vuelta, dominando el partido y Czukor anotando un par de triples inverosímiles, el Casademont amagó con escaparse (48-39). Apareció entonces Lou López. La talentosa española entró en combustión y empezó a convertir en oro todo lo que le llegaba a las manos. Tanto es así que prácticamente sola dio la vuelta al marcador antes de los diez minutos finales (50-53).

Por aquel entonces Gatling llevaba ya cuatro faltas, pero Cantero vio que sin ella el partido se escapaba. La americana, imparable, mantuvo con vida a un Casademont al que la dirección y la templanza de Mariona, sobresaliente de nuevo, salvaba del naufragio. Como era previsible, la quinta falta de Gatling llegó y parecía que, visto lo visto, pintaban bastos para las de Cantero. Cuando las murcianas lo tenían en la mano, sus dudas, sumadas a los rugidos del Felipe, fueron volviendo a equilibrar un partido que acabó con un 8-0 aragonés de parcial en el que Atkinson, imperial en el desenlace, remató con alevosía y cuando ya no quedaba tiempo a un Jairis que se fue de Zaragoza sin entender qué había pasado allí.

 

CASADEMONT ZARAGOZA: Mariona Ortiz (7), Pueyo (0), Nystrom (10), Atkinson (12) y Gatling (19) –quinteto titular– Brcaninovic (1), Czukor (11), Nerea Hermosa (4), Flores, Mawuli (3) y Mistinova (3).

HOZONO JAIRIS: Aina Ayuso (6), Holesinska (3), Lou López (23), Bertsch (11) y Nelson (11) –quinteto titular– Alarcón (3), Visscher, Carmen Grande, Ginzo (7) y Massey (4).

PARCIALES POR CUARTO: 19-16, 15-18, 16-19 y 20-15.

Arturo Pola
foto Jaime Galindo
elperiodicodearagon.com

 

 

CRUEL     DESENLACE

 

El equipo de Alcantarilla cae con una canasta sobre la bocina y tras tener dominado a su rival con una renta de seis puntos a tres minutos del final

Cuando todo parecía ganado y el Hozono Global Jairis acariciaba su tercer triunfo de la temporada, el Casademont Zaragoza se llevó un partido con una canasta sobre la bocina de la local Atkinson (70-68) que echó por tierra el bueno juego realizado por el conjunto de Bernat Canut ante uno de los candidatos a lucha por los títulos esta temporada. Fue un epílogo cruel para las de Alcantarilla, que mantuvieron la línea de equipo consistente mostrada en un inicio de liga donde habían firmado hasta ayer un pleno con dos triunfos en Liga Femenina Endesa y otros dos en la EuroCup Women.

Lou López-Sénéchal, tras un período de adaptación tras su paso por la WNBA, volvió a ser la jugadora determinanete de la pasada campaña. Anotó 23 puntos en una segunda parte donde estuvo especialmente inspirada.

Pero para entender la resolución del choque, hay que remontarse a 37 minutos de baloncesto antes. Llegaba el Hozono Jairis al pabellón zaragozano con la vitola de líder y de equipo revelación del pasado año y que este año quiere convertirse en una realidad. En cambio, el Casademont llegaba con más dudas tras dos derrotas consecutivas pero con la tranquilidad de volver a casa, donde las aragonesas se sienten poderosas.

El partido empezó con sonrisa por la cerrada ovación que le dio el Felipe a Carmen Grande y a Petra Holesinska en su regreso a Zaragoza. Pero pronto se puso demasiado bronco un encuentro en el que los árbitros pitaron demasiado e impidieron que cogiera ritmo. La igualdad marcó el primer cuarto, con los dos equipos yendo constantemente a la línea de tiros libres. Cuando parecía que el choque iba a entrar en el segundo cuarto empatado, Mistinova convirtió un triple afortunado que puso el 19-16 en el marcador.

Se atascó el Casademont Zaragoza en el segundo cuarto en ataque y lo aprovechó poco a poco, como si estuviera picando piedra, el Hozono Jairis. Del 25-21 se pasó a un inquietante 26-30 tras varios aciertos de Paula Ginzo, Chelsea Nelson y Petra Holesinska. El público local comenzó a rugir como sabe. Cuando faltaban tres minutos para el descanso, el técnico local decidió arriesgar y volver a poner a Mariona Ortiz, que estaba con tres faltas. Y liderado por la base le dio la vuelta al partido y se puso por delante (34-32) en un visto y no visto con tres acciones de mérito de la base.

El partido se fue al descanso con empate a 34 con la sensación de que se iban a ver 20 minutos vibrantes en el Príncipe Felipe. Los augurios se quedaron incluso cortos. Con Gatling, de vuelta, dominando el partido y Czukor anotando un par de triples inverosímiles, el Casademont amagó con escaparse (48-39). Apareció entonces Lou López. La escolta entró en combustión y empezó a convertir en oro todo lo que le llegaba a las manos. Tanto es así que prácticamente sola dio la vuelta al marcador antes de los diez minutos finales (50-53).

Gatling mantuvo con vida a un Casademont al que la dirección y la templanza de Mariona, sobresaliente de nuevo, salvaba del naufragio. Como era previsible, la quinta falta de Cherte Gatling llegó y parecía que, visto lo visto, el Jairis podía llevarse el partido. Cuando las murcianas lo tenían en la mano con seis puntos de renta a tres del final, la responsabilidad le pesó al Hozono, que encajó un parcial 8-0 que Atkinson, imperial en el desenlace, remató con alevosía y cuando ya no quedaba tiempo a un Jairis que se fue de Zaragoza sin entender qué había pasado allí.

Arturo Pola
laopiniondemurcia.es