Cris Cantero y Alba Torrens, que mañana se enfrentan, coincidieron en el último año como jugadora de élite de la entrenadora del Celta y el primero de la escolta del Valencia

 

Los cruces de caminos se producen continuamente en el deporte. Y en la vida. Allá por 2006, una veterana de tan solo 28 años comenzaba su última temporada como jugadora de baloncesto de élite como capitana del Celta. Junto a ella, un grupo joven, con una prometedora adolescente de apenas 17 años recién llegada, lista para debutar en Liga 1. Así se conocieron Cristina Cantero y Alba Torrens. Dieciocho años después, se enfrentarán mañana en Navia: la cordobesa como entrenadora de la misma camiseta que compartieron, la mallorquina como jugadora del Valencia Basket y una descomunal carrera a sus espaldas.

Y aunque fuera de forma muy prematura, la dimensión histórica de Torrens en el baloncesto español podía intuirse aun sin cumplir la mayoría de edad. “Fue alguien revolucionario en la plantilla”, confirma sin atisbo de dudas Cantero. “Marcaba la diferencia absolutamente. Desde el primer momento”, añade. “Lo único que había que hacer era ayudar a ubicarla y a que conociera la Liga. Tenía sus momentos de locura y había que frenarla un poco”, recuerda.

Aquel Celta que ambas compartieron estaba dirigido por Miguel Méndez, que hoy entrena a Torrens en la selección, donde cuenta con Cantero como asistente. Otro cruce de caminos. La temporada fue difícil. Tanto, que la salvación llegó en la última jornada con una victoria a domicilio (54-60) ante un candidato a play-off como el Puig Den Valls. En Ibiza. En Baleares. De donde llegaba aquella niña prodigio. “La disfrutamos mucho todos. Y yo también”, subraya la técnica céltica, base de aquel equipo.

 

“Siempre la buscaba. Esa calidad en el uno contra uno, esa explosividad, esa capacidad de anotar desde el movimiento que tenía. Era determinante”, insiste la entrenadora cordobesa, que como capitana se centró en ayudar a su jovencísima compañera en aspectos paralelos a lo que sucede dentro de la pista. “Trataba de enseñarle lo que significa ser profesional. Lo que tocaba en ese momento”, recuerda.

Fue el primer paso de un largo y exitoso camino que todavía sigue. Mañana será una amenaza más dentro de la constelación de estrellas del Valencia Basket. “Se busca sus tiros y genera para las demás. Sigue siendo muy peligrosa. Tenemos que intentar que esté incómoda, tocándola y con contactos. Tenerla sacada de vueltas a nivel físico. Pero está tan bien rodeada, que es muy complicado”, sostiene Cantero sobre su plan de partido en Navia ante “todo un transatlántico”.

 

Será el enésimo regreso de Torrens al lugar donde todo comenzó. Probablemente, el mejor para hacerlo. “Llegó a un sitio donde hubo paciencia para trabajar con ella. Y se notó. Porque, después de sus tres años aquí, la rompió por toda Europa”, avala Cantero, que conectó a nivel personal con ella pese a la diferencia de edad. “Alba es muy cariñosa, muy cercana, muy jovial. Ahora, con 35 años, igual es más madura y es distinto. Pero imagínate con 17. Lo que quieres es reirte, disfrutar del baloncesto, sonreír y liarla parda”, destaca Cristina, que con el tiempo ha ido cultivando su amistad con la fuera de serie mallorquina.

“En ese momento conectamos a través de las risas. Pero luego hemos ido coincidiendo otras veces, siempre con mucho cariño. Cuando dos personas se quieren, las relaciones funcionan”, concluye la entrenadora del Celta, que en su día llegó a la meta mientras Alba Torrens oía el pistoletazo de salida.

Está previsto que Raquel Carrera vuelva en marzo
La gran ausencia del Valencia Basket en su visita de mañana a Vigo, tanto en clave general como en el aspecto sentimental del Celta, será Raquel Carrera. La canterana celeste continúa recuperándose de su lesión de ligamento cruzado y, como es normal, no podrá jugar en la que fue su casa. Ya en el séptimo mes del proceso, la rehabilitación marcha por buen camino. Sin embargo, no está previsto que vuelva a competir hasta el mes de marzo o, como mucho, hasta finales de febrero. Es decir, en torno a un año después de haberse producido la lesión.

Pueden parecer plazos largos si se compara con otros deportes, pero en el caso del baloncesto y de una jugadora grande como la ourensana -mide 1.91- entra dentro de la normalidad. Carrera ya ha empezado a introducir los contactos en sus entrenamientos. Todo marcha bien y con sensaciones magníficas. No obstante, el servicio médico de Valencia Basket no quiere tomar ningún riesgo y mantiene su hoja de ruta. Si todo va bien, jugará contra el Celta en la segunda vuelta. Será el 19 de abril, en la última jornada de la competición, que tiene un calendario asimétrico

Borja Refojos
atlantico.net