Lee la doble crónica del encuentro

 

 

MEMORABLE VICTORIA


Las aragonesas, con una sublime Mawuli, firman el mejor partido de la temporada ante el rival más difícil y se quitan el bloqueo mental ante las valencianas antes de su doble duelo en la Euroliga

odo lo que se pueda escribir sobre la victoria que se apuntó el Casademont Zaragoza ante el Valencia Basket (79-52) será poco porque los adjetivos para definir la asombrosa exhibición que han dado este domingo las de Cantero se quedan cortos. El equipo aragonés firmó su mejor partido de la temporada ante el rival más difícil y se quitó el corsé que le había diseñado a medida el conjunto que se había ganado el apodo de bestia negra de un Casademont que logró un triunfo importante para la Liga (le abre la puerta para ser cabeza de serie en la Copa de la Reina), pero que puede resultar quizá más decisivo para el doble duelo europeo que será crucial para que las zaragozanas intenten hacer historia metiéndose en la final a seis de la Euroliga que se jugará en su ciudad.

Porque, sin negar la evidente superioridad de la plantilla rival y reconociendo que las valencianas llegaban con bajas y lejos de su mejor momento, lo que hizo el Casademont fue un ejercicio psicológico de superación. Las de Cantero, tras siete derrotas consecutivas ante el Valencia Basket en las que en ninguno de esos encuentros llegó ni tan siquiera a competir, lograron deshacerse del bloqueo mental que les pesaba cada vez que las taronjas estaban enfrente. Para ello, el primer paso era que las visitantes no protagonizaran su típico arranque arrollador y mantenerse siempre dentro del partido. Cambiaron las tornas esta vez y el que empezó golpeando primero fue un Casademont que asestó un porrazo tal a su rival que dejó al Valencia K.O durante el resto del choque.

Que no iba a haber partido y que el encuentro se iba a convertir en una fiesta total en el Príncipe Felipe se sabría después, pero para llegar a ello las de Cantero hicieron bien en no relajarse en ningún momento. Contra otro contrincante podrían haberse dosificado, contra el Valencia no. La ventaja del Casademont se cimentó en el acierto e intensidad de una sublime Mawuli (acabó con 26 puntos), el poderío interior de Gatling y la excelsa dirección de juego de Mariona Ortiz. La renta pronto alcanzó los 10 puntos mientras en Valencia la única que producía con algo de continuidad era Iagupova en un primer cuarto con altos registros de anotación (27-19).

Cambió el partido en el segundo cuarto, pero no su dominador. Las defensas ajustaron, en especial la del Casademont, que recordó a la sus mejores momentos. El Valencia, con Iagupova tirando sin control y sin sentido como único recurso, solo anotó dos puntos en los primeros cinco minutos de ese parcial y únicamente siete en todo el cuarto. A pesar de ello, las de Cantero no lograron rematar del todo el partido, aunque sí que elevaron la renta hasta los 14 puntos cuando llegó el descanso (40-26).

Lo lógico era esperar una reacción de las valencianas tras el paso por vestuarios. Pues todo lo contrario. Un parcial de 10-0 para el Casademont, con Mawuli en modo MVP (como le cantó el pabellón) en el arranque del tercer cuarto sentenció un duelo al que, por increíble que parezca, le sobraron más de 15 minutos. Le sobraron al encuentro, no al Príncipe Felipe, que disfrutó como hacía días. De ahí hasta el final del choque, las de Cantero disfrutaron y mantuvieron el nivel mientras casi todas las jugadoras del equipo aragonés tenían su momento en una actuación memorable y coral que tardará en olvidarse en Zaragoza y también en Valencia, donde ya están advertidas: el Casademont ya no le tiene miedo.

 

Casademont Zaragoza: Mariona Ortiz (10), Mané (3), Nystrom (8), Mawuli (26) y Gatling (14) -quinteto inicial-. Atkinson (2), Helena Pueyo, Nerea Hermosa (6), Brcaninovic (5), Laia Flores (5), Leyre Urdiain y Mistinova.

Valencia Basket: Mavunga (18), Fingall (2), Queralt Casas (3), Iagupova (11) y Turner (4) -quinteto inicial-. Erauncetamurgil, Alba Torrens (4), Vitola (8) y Florez (2).

Parciales: 27-19, 13-7, 20-9 y 19-17.

Arturo Pola
elperiodicodearagon.com

 

 

IRRECONOCIBLES

Semana para olvidar. A la derrota del jueves ante el Perfumerías Avenida se le ha sumado este domingo otra ante el Casademont Zaragoza, un rival al que habían ganado en la Supercopa pero que fue muy superior durante todo el partido ante un Valencia Basket con poca rotación, que notó sus bajas y que acabó con unos pobres porcentajes de tiro.

Iagupova, con un triple y Mavunga respondían al 2+1 inicial de Mané para poner por delante a las taronja, con ambas formando el quinteto inicial junto a Turner, Queralt Casas y Fingall. Una ventaja que no tardó en perderse, en un primer cuarto en el que faltó intensidad defensiva y más acierto cara al aro, a excepción de cuando las de Rubén Burgos iban a la línea de tiros libres, desde donde anotaron sus seis lanzamientos.

Dos triples seguidos de Nystrom y Mawuli ponían tierra de por medio para las locales, que encontraban también en Gatling una amenaza continua para el Valencia Basket, con un juego interior que dominaba por completo a las pívots taronja. Solo Iagupova, desde el 6,75 mantenía al Valencia Basket en el partido, con tres triples en los primeros diez minutos, aunque fueron insuficientes para evitar acabar el primer cuarto por detrás en el marcador, con un 27-19 que reflejaba la clara superioridad de las de las de Carlos Cantero.

Sequía anotadora en el segundo cuarto
El escenario empeoró aún más en un segundo cuarto en el que las taronja solo anotaron cuatro puntos antes del triple de Queralt en el último minuto. La capitana, como el resto, no encontraba el acierto cara al aro y las visitantes encadenaban fallos en canastas relativamente fáciles, en una muestra de la falta de confianza que sufrían.

Y ante un Valencia Basket irreconocible, el Casademont Zaragoza se creció para hurgar más en la herida e intentar encarrilar el partido antes del descanso. El segundo período arrancó con un parcial de 6-0, la defensa en zona de las locales atascaba a las taronja y aunque el rival no pudo mantener el acierto del primer cuarto, fue suficiente para irse al descanso con un contundente 40-26.

Partido roto tras el descanso
Mucho tenía que cambiar el escenario para que las de Rubén Burgos dieran la vuelta al partido, pero un parcial de 10-0 liderado por Gatling y Mawuli acabó por desconectar al Valencia Basket en la vuelta a la pista.

Mavunga encadenaba dos canastas seguidas para el Valencia Basket, algo que no sucedía desde el primer minuto de partido, pero fue solo un espejismo ante un Zaragoza que aumentaba la diferencia por medio de Mariona y Nystrom. Pensar en remontar el partido, con 58-31 a tres minutos del final del último cuarto, se antojaba ya imposible, pero había que tirar de orgullo y cambiar la imagen del equipo de cara a una complicada semana. Y más tras venir también de la reciente derrota ante el Perfumerías Avenida.

Turner y Vitola, de nuevo desde el tiro libre, reducían diferencias antes del último cuarto, al que se llegó con un doloroso 60-35 y con un pobre 18% de acierto en tiros de campo.

Último cuarto de trámite
Con el partido ya decidido, el último cuarto era intrascendente, pero a pesar de los cinco puntos iniciales de Mavunga, con triple incluido, las visitantes siguieron sufriendo la falta de acierto y en defensa ante un Zaragoza que castigaba aún más al Valencia Basket desde la línea de 6,75, con tres triples seguidos de Laia Flores, Mawuli y Nerea Hermosa, que pusieron el 70-40.

Torrens y de nuevo Mavunga con un triple y cinco puntos seguidos, permitían bajar de la barrera de los 30 puntos de desventaja, algo que se logró mantener tras unas últimas canastas de Vitola y de Alicia Flórez, que pusieron el definitivo 79-52. Toca pasar página, corregir errores y recuperar la confianza para los siguientes partidos, ante el Polkowice en Euroliga y el líder Girona en la LF Endesa.

RUBÉN BURGOS: "TENDREMOS QUE DECIRNOS LAS COSAS ENTRE NOSOTRAS"

El técnico taronja hace autocrítica y echó también en falta actitud y deseo de ganar en Zaragoza

La derrota siempre duele pero si es con la mala imagen que dio el Valencia Basket en Zaragoza aún más y así lo entendió Rubén Burgos, quien no dudó en hacer autocrítica y en señalar algunos de los problemas que había visto durante el partido.

Dos derrotas seguidas
No he conseguido, pese a las circunstancias, que nuestro nivel de juego haya sido el óptimo frente a Salamanca ni hoy contra Zaragoza. Nos hemos preparado, hemos intentado adaptar los roles, hemos intentado transmitir la confianza y hacer un buen juego, pero nuestra defensa especialmente no ha estado al nivel básico y mínimo que se nos puede exigir. Y la mayor exigencia tiene que ser la una propia. La autoexigencia es donde tú vas a dar el máximo, simplemente porque te apriete el entorno, el entrenador, el club...

 

Mensaje al vestuario
Tenemos que estar convencidas, cada una, de que en la pista solo se puede jugar al 100% cada minuto. Y ahí es donde hoy, a puerta cerrada y entre nosotras tenemos que decirnos las cosas y analizarlo en vídeo. No hemos estado a la altura en los básicos, ni en nuestra actitud, ni en nuestro lenguaje corporal, ni en nuestro deseo. Porque no es normal los bajos porcentajes, pese a querer el rebote de ataque, pese a tener lanzamientos liberados, por confianza y por energía”.

Defensa en zona del rival
Lo primero felicitar a Zaragoza, muy buen partido a nivel colectivo, a nivel conjunto, en los dos lados de la cancha. Si es cierto que el plan inicial que esperábamos, sus defensas zonales, en otras veces lo han planteado, hoy les han funcionado mejor. Y creo que eso les ha dado energía y consistencia para empezar anotando, sintiéndose cómodas, inversamente proporcional a la nuestra. Normalmente hemos atacado siempre contra ellas mejor esta zona, desde la energía defensiva, desde la recuperación de balones, desde el juego en transición. Hoy simplemente en estático y con muy bajos porcentajes.

Pide realismo y humildad
Soy el principal responsable de estos dos malos resultados que, si bien pueden ocurrir, y hay circunstancias, ocasiones, estados de forma, nivel de los equipos rivales que es muy alto, que pese a que es normal, siempre ha habido propaganda de que el Valencia Basket está tantos peldaños por encima. Bueno, pues siendo objetivos e intentando crear una opinión crítica, esto es una prueba lamentablemente, pero pienso que no hay tanta diferencia entre las plantillas, especialmente contra equipos que compiten en la Liga, que compiten tan bien y que son equipazos muy bien construidos, muy bien entrenados para atacar los objetivos. Mi trabajo, lo primero es quitar esa presión a nuestro equipo de que el entorno no nos afecte y que seamos realistas y tengamos la humildad de saber que todo nos va a costar mucho, que el día a día es donde tenemos que merecer las cosas y donde tenemos que trabajar con la honestidad de saber que haciéndolo muy bien podemos merecer la victoria, pero el rival también.

Jorge Valero
foto Esther Casas
superdeporte.es