Las aragonesas, muy tocadas físicamente, vuelven a la Liga este viernes ante el Celta con el objetivo de reencontrarse con la victoria antes del ansiado parón internacional

 

Tras un par de semanas frenéticas en las que la salvaje pelea por llegar lo más lejos posible en la Euroliga ha eclipsado todo, lo cierto es que el Casademont Zaragoza, muy mermado y al límite de sus fuerzas, necesita que llegue como agua de mayo las dos semanas que el parón de selecciones. Un oasis en el desierto que servirá para que el equipo descanse y cargue las pilas para lo que viene, que no es poco.

Pero antes de ese merecido reposo, y a pesar de ser un encuentro totalmente distinto y en el que seguro que las revoluciones están mucho más bajas, a las chicas de Cantero todavía les resta un último esfuerzo porque este viernes llega al Príncipe Felipe el Celta (20.00) en un duelo que, en circunstancias normales, debería saldarse con una plácida victoria de las aragonesas.

Ahora bien, después del tremendo desgaste que ha sufrido el Casademont en los últimos días, el estado físico y mental de las zaragozanas marcará el devenir del encuentro. Porque la plantilla llega al partido ante las gallegas con la bombona de oxígeno y con varias de sus integrantes muy tocadas. Es una incógnita cómo puede responder el equipo, que a pesar de todo querrá volver a probar el sabor de la victoria tras tres derrotas consecutivas, algo a lo que no está para nada acostumbrado el Casademont.

 

Remontada en la ida
Enfrente estará el Celta, un equipo más humilde pero para el que, en plena pelea por la salvación, cada partido cuenta y una victoria en el Felipe supondría un enorme empujón para lograr su objetivo a final de curso. Además, siendo las de Cantero superiores, no hace falta que nadie le diga al conjunto aragonés lo peligrosas que pueden ser las de Vigo. En la primera vuelta, en tierras gallegas, el Casademont sufrió de lo lindo para llevarse una victoria que acabó siendo por la mínima (77-78), pero que perfectamente pudo ser una derrota, ya que tuvo que remontar 11 puntos en el último cuarto para evitar el revolcón.

La situación en la tabla de las zaragozanas, cuartas y sin demasiadas posibilidades de escalar puestos, hace que el choque tampoco tenga ningún tipo de aliciente a corto plazo más allá de llegar con sensaciones positivas y un triunfo más en el bolsillo a un parón que va a resultar imprescindible para coger aliento.

Arturo Pola
foto: M. Á. Gracia
elperiodicodearagon.com