El Celta Femxa Zorka mantiene las mismas opciones de salvación, pero con un partido menos por disputarse, tras perder también sus dos rivales directos: Araski e IDK Euskotren
La previsible derrota del IDK Euskotren, ayer, en su visita al Hozono Global Jairis (73-54) deja la lucha por la permanencia como estaba en la Liga Femenina, aunque ahora con sólo dos jornadas por disputarse y, en el caso del IDK, con un solo partido por delante al haber jugado ya el de la penúltima jornada ante el Valencia Basket.
Tras perder con claridad ante el Baxi Ferrol en A Malata (72-65) el pasado sábado, el Celta Femxa Zorka sigue en zona de descenso y necesita ganar un encuentro más que alguno de sus dos rivales directos: el Kutxabank Araski, que el sábado perdió también ante el Spar Girona (86-95), y el IDK.
El equipo vigués tiene muchas posibilidades de salir del pozo en la próxima jornada, en la que recibirá al ya descendido Osés Construcción el sábado 12 a las 16:30 horas en el pabellón de Navia. Una victoria le bastaría para abandonar momentáneamente su puesto de descenso, ya que las guipuzcoanas no jugarán y el Araski visita al poderoso Perfumerías Avenida. De esta manera, el Celta podría llegar a la última jornada en zona de permanencia. El problema es que el conjunto de Cristina Cantero visitará en ese partido al Valencia Basket, segundo clasificado, mientras que tanto el Araski como el IDK se medirán con rivales más asequibles y que no se jugarán nada: Cadí La Seu y Ensino.
Cabe también la posibilidad de que el Valencia llegue a esa última jornada de la liga regular sin nada en juego al tener asegurado el segundo puesto y no poder optar al primero, lo que beneficiaría los intereses de las viguesas. “Estamos sufriendo, pero les he hecho ver a las jugadoras que quedan dos partidos, que está todo por decidir todavía y que mientras tengamos balas las vamos a intentar gastar. El deporte es así y hay que pelearlo hasta el final”, afirmó la entrenadora celeste, Cristina Cantero, tras la derrota en Ferrol. De momento, ganar al Osés resulta imprescindible para seguir con vida.
Javier D. Campa
foto: Vicente Alonso
atlantico.net