La pívot afronta con muchas ganas una ilusionante temporada en la que regresa por todo lo alto al primer equipo
Awa Fam asistió el pasado martes 16 de septiembre en la sede central de Endesa en Madrid a la presentación de la Liga F Endesa, representando a un Valencia Basket que, tras conquistar las tres últimas ediciones, será el rival a batir.
Hace un año estaba en ese mismo acto como jugadora del Lointek Gernika y 12 meses después vuelve como jugadora del primer equipo del Valencia Basket y siendo fija en la selección absoluta. ¿Cómo se ha visto en este tiempo y cómo afronta esta nueva etapa?
Afronto la temporada como siempre, con ilusión, con muchas ganas, al final es un año nuevo y distinto e intento focalizarme en lo que tengo que estar focalizada, disfrutar muchísimo. El Valencia Basket es mi segunda casa y estoy muy contenta, con ganas e ilusión de ver cómo va esta temporada.
Les da todo el mundo como favoritas a todo o a casi todo, al menos en competiciones en España. ¿Asumen ese peso de ser favoritas?
Bueno, más que asumir, hay que ser conscientes de que todos los equipos que juegan contra el Valencia Basket, después de haber ganado tantos títulos, tienen esas ganas de competir. Al margen de eso, tenemos que pensar solo en competir, luchar y seguir soñando con eso que hemos conseguido antes.
Vuelve al Valencia Basket y quizá con otro rol y más protagonismo. ¿Ha hablado con Rubén Burgos para saber qué espera esta temporada?
Hablé con él y con el staff técnico la primera semana, me peguntaron qué es lo que esperaba de esta temporada y lo que quiero dar y me dijeron que he de ser consciente que tendré un rol distinto, que ya no soy la joven que subió, que aunque sigo siendo joven y tengo 19 años, pero ya estoy en el primer equipo y esperan de mí que intente mejorar cada día y tener esa autoexigencia de querer mejorar y mejorar porque al final soy la más pequeña del equipo. Quiero tener esos minutos, coger más experiencia y demostrarme también y demostrarle a la gente que puedo estar en el Valencia Basket.
Siempre ha dicho que Raquel Carrera era su ejemplo a seguir, pero además de con ella, podrá compartir minutos y crecer junto a otras interiores de máximo nivel como María Araújo y Kayla Alexander. ¿Qué cree que le pueden aportar?
He compartido con ella vestuario y entrenamientos y esa experiencia que ella tiene me puede ayudar mucho, aunque luego en la posta, ella juega un poco más abierta, yo más de cinco, pero siempre podré aprender detalles de ella. De Kayla Alexander, más de lo mismo, es una jugadora muy veterana, que intenta hacerte mejor cada día, yo estoy poco a poco aprendiendo, es una jugadora que cuesta defender y entrenar con ella te lo hace fácil para aprender mucho más.
Vuelve a casa y además con Elena Buenavida, con quien compartió equipo, experiencia y hasta piso el año pasado en Gernika. ¿Fue una alegría doble ganarse el regreso juntas?
Sí, totalmente. Elena y yo estamos un poco en la misma línea, aunque me saque dos años. Perseguimos lo que queremos, nos fuimos a Gernika, vivimos juntas, salimos cedidas, volvemos a València, estamos donde queríamos estar y vamos en la misma línea, apoyándonos mutuamente.
Ya han entrenado en alguna ocasión en la pista central del Roig Arena y en breve jugarán ante más de 4.000 personas, con récord de abonados…
Es una locura, es increíble, la primera vez que fuimos todas a entrenar ahí estábamos todas alucinando, no parecía València, da una imagen muy distinta, ,es otra dimensión, es increíble. La gente cuando vaya lo entenderá y flipará la verdad. Vamos a intentar disfrutarlo al máximo, han hecho un trabajo espectacular y va a dar una visibilidad increíble a todo el club, así que hay que disfrutarlo y agradecer que se haya hecho.
Tienen ahora la Supercopa a la vista, pero imagino que el gran reto y objetivo de esta temporada será la Euroliga, ¿no?
La Supercopa es un trofeo un poco raro porque te pilla un poco al final de la pretemporada, mientras aún está haciendo el equipo. Vas con buenas sensaciones, pero no sabes lo que puede pasar, vamos con muchas ganas porque es un título y queremos volver a ganarlo, pero todo puede pasar, pero aún es pretemporada, hay equipos nuevos y nuevos proyectos. Creo que estamos bien, somos mucha gente que nos conocemos, estamos creando conexiones y somos un buen equipo con la garra de querer conseguirlo. Y por su puesto, el reto de la Euroliga siempre está ahí, en el Valencia Basket no nos vamos a rendir hasta que consigamos esa Euroliga, ese es el primer objetivo. Primero hay que formar un buen equipo y luego conseguir la Euroliga porque tenemos potencial suficiente. Es un reto e intentaremos conseguirlo.
Muy significativo ha sido el torneo de Atenas, ante rivales de nivel Euroliga. ¿Es un buen referente para ver el potencial del equipo?
Sí, ha sido el reto de querer demostrarnos que podemos competir contra equipos de buen nivel y lo hemos demostrado.
Le quedan años por delante tras firmar hasta 2029. En una época en la que casi todas las jugadoras jóvenes se van a Estados Unidos, ¿qué fue lo que le hizo descartar esa opción y apostar por el proyecto del Valencia Basket?.
Lo primero es que sentí que València era como mi casa y estaba muy cómoda aquí tanto fuera como dentro de la pista, aunque el año pasado necesitaba salir por tener más minutos y experiencia. Primero decidí irme al Gernika, pero el proyecto me gustaba, era un proyecto largo, con contrato hasta 2029, con esa ilusión y esa confianza que vi que tenían en mí de cómo podía seguir progresando estos años. Y por estar cerca de mi familia, tener a mi gente y a mis amigos cerca de casa fue también un poco lo que me hizo quedarme en lugar de irme a Estados Unidos. Aunque pienso que aquello también es una locura, una oportunidad brutal que muchas niñas hacen ahora, pero ya es un poco lo que cada una busque. Yo estoy contenta con mi elección.
Jorge Valero
superdeporte.es