Iulene Olabarria, escolta del IDK Gipuzkoa, afronta este próximo fin de semana la Copa de la reina capitaneando el equipo con el que ha logrado dos ascensos tras debutar hace trece años. Del IDK Gipuzkoa, antes denominado UPV por sus raíces universitarias, que hace una década militaba en Primera Nacional (la tercera categoría del basket femenino estatal) al que este próximo fin de semana disputará la Copa de la Reina contra los mejores equipos de España -Perfumerías Avenida, CB Conquero y Girona-, solo quedan dos supervivientes: una está en el banquillo, Azu Muguruza, la entrenadora y auténtica alma máter del proyecto; la otra está sobre la cancha. Es la capitana, Iulene Olabarria, que el pasado jueves cumplió 31 años y que lleva ya trece en el equipo. Si a los futbolistas que desarrollan toda su carrera en el mismo club se les denomina One Club Man (hombre de un solo club), Olabarria podría ser considerada la One Club Woman del IDK.

Estaba en mi último año júnior, en el Atlético San Sebastián, y se lesionó una jugadora del primer equipo, Bea Olalde. Iban a ir a la fase de ascenso que se jugaba en Alicante y Azu me llamó para ir. Ya había entrenado con ellas y las conocía. Fue en la campaña 2002-03. Jugué algún minuto y a la siguiente temporada ya entré a formar parte del equipo”, recuerda Olabarria, protagonista cuatro años después del ascenso a Liga Femenina 2. Llegó gracias a un triunfo por 68-69 ante el anfitrión, el León, gracias a una canasta precisamente de la escolta donostiarra: “Llevábamos muchos años buscándolo. El otro día precisamente estuve viendo fotos, teníamos una cara de felicidad tremenda. En la última jugada ellas se despistaron en defensa tras un saque de fondo, me dejaron sola y metí. En una centésima de segundo se me pasaron un montón de cosas por la cabeza. Llego a fallarla...”, rememora con una sonrisa.

“Subir fue un bombazo. Yo creo que tengo casi mejor recuerdo de ese ascenso que el que logramos a Liga Femenina en 2013”, comenta. Este último fue en Cáceres, y llegó tras una fase de ascenso impecable del conjunto guipuzcoano, que ganó sus cinco partidos. Ahora, asentado ya en la elite, donde cumple su tercera campaña, el IDK Gipuzkoa afronta la Copa de la Reina, una cita histórica, una más para un club que hace no tanto era amateur.

Olabarria es una de las seis guipuzcoanas que forman parte del equipo dirigido por Azu Muguruza. Las otras son Lara González, Laura Arroyo, Onintza Aduriz y las jóvenes Sara Iparragirre y María Eraunzetamurgil. Eso hace que la cita sea aún más especial. “El otro día estábamos hablando con Ashley Houts (la base estadounidense fichada hace diez días), contándole la historia del club, los ascensos... jugar la Copa con el equipo de casa es muy especial. Tienes ese sentimiento de pertenencia. No me veo en otro sitio. Estoy muy bien aquí. Además, oyes que en otros clubes no son tan serios como aquí a la hora de pagar y eso te quita las ganas de probar”. ¿Y con otra entrenadora que no sea Azu Muguruza? “Uf, la verdad es que no. Estoy muy acostumbrada a trabajar con Azu. Se me hace hasta raro cuando voy con la selección de Euskadi. La forma de llevar las cosas... es todo. Nos entendemos perfectamente. Son muchos años. Con Azu se puede hablar tranquilamente. Igual que con la presidenta, Carmen”.

Esa cercanía en el trato le lleva a hablar de la que posiblemente es la mayor fortaleza del equipo: “Es verdad que el club ha cambiado mucho, porque no es lo mismo estar en Primera Nacional o en Liga Femenina, pero esto sigue siendo como una gran familia. Varias somos de aquí, lo que da ese sentimiento de pertenencia, y además las que vienen de fuera se quedan. Arantxa Novo lleva siete años, Toch Sarr se fue pero volvió, Miriam Forasté lleva cuatro... Si estás mal, no te quedas. Arantxa, por ejemplo, habrá tenido ofertas de todos lados, pero esta aquí. ¿Por qué? Porque está a gusto, la tratan bien...”.

Precisamente Novo, que hace dos semanas se rompió el menisco externo de la rodilla derecha, será la gran ausente en la cita copera. “Me da pena que no esté”, dice Olabarria. “A ella le hacía tanta ilusión como a la que más jugar la Copa con este equipo en Donostia, es una oportunidad única para todas. Me gustaría que ella estuviera para poder compartirlo juntas”, añade la escolta de 178 centímetros de altura, que se acuerda de otra persona: “Es una pena que tampoco la vaya a disfrutar Eva González (ayudante durante muchos años de Azu Muguruza y que dejó el equipo por motivos laborales el pasado curso). Ella ha estado siempre con nosotras”.

“podemos jugar la final” La cita de semifinales será el sábado que viene a las 17.00 horas en el Gasca. El rival, el CB Conquero, segundo clasificado de la Liga Femenina, parte como claro favorito, aunque el IDK Gipuzkoa tendrá sus opciones, al menos según Olabarria: “Cuando eligieron Donostia como la sede de la Copa, estábamos justo en mala dinámica, pero ganamos cuatro partidos seguidos y creo que estamos bien pese a las dos últimas derrotas. Contra el Mann Filter creo que el nivel fue muy bueno, perdimos con el reloj a cero. Es algo que no nos había pasado nunca. Nos dio mucha rabia, pero estamos tranquilas y convencidas de hacer un buen papel. Sí que se nota un ambiente especial en el vestuario. Somos conscientes de que no hemos entrado por méritos deportivos, pero es un orgullo tanto para el club como para nosotras. Es histórico y una oportunidad única. Podemos jugar la final”.

La otra semifinal, que será antes (a las 12.00 horas) enfrenta al Girona con el gran favorito, el Perfumerías Avenida, un equipo que lleva 17 victorias consecutivas en Liga: “Es claramente el rival a batir. Si llegamos a jugar contra ellas, solo toca darlo todo y confiar en que no tengan su mejor día. Pero es muy difícil sorprenderlas”.

Ya estoy recuperada” Olabarria afrontará la Copa después de un mes de baja por una rotura fibrilar en el gemelo de la pierna derecha. “Ya estoy recuperada”, dice. Su presencia se antoja clave para que el IDK Gipuzkoa tenga opciones de victoria, ya que la escolta es una acreditada tiradora de tres. No en vano, la pasada temporada fue la tercera jugadora de la Liga Femenina que más triples metió. Además, es una de las mejores defensoras del equipo. Por ello, Olabarria tiene la plena confianza de la entrenadora: “Estar siempre con Azu me ha ayudado a ir progresando en cada categoría. Yo también estuve en el banquillo cuando era más joven, como todas, pero cuando tienes tu momento hay que aprovecharlo. Hace trece años no pensaba ni ser jugadora de baloncesto, pero hemos ido poco a poco y aquí estamos. Este año me está costando un poco más. Quizás al principio me empeñé en meter balones dentro a Cierra Bravard y perdí un poco mi juego. Lo hablé con Azu y ahora ya estoy mejor, como todas. Hemos recuperado nuestro nivel y nuestra confianza”.

La importancia de la capitana va más allá de su presencia en la cancha. Es una de las encargadas de hacer piña, de integrar a las nuevas, como ahora es Ashley Houts. Entre ella, Azu Muguruza y Arantxa Novo llevan el vestuario: “Somos diferentes pero nos entendemos bien. Ya nos conocemos todas y eso lo facilita. Una de las ventajas de llevar tantos años juntas es que sabemos cómo está cada una nada más entrar en el vestuario, si una compañera tiene un día bueno o malo, si prefiere que le animen o estar sola...”.

La implicación de Olabarria le hace viajar con el equipo incluso cuando está lesionada: “Es convivencia. Es importante estar ahí, animando a las compañeras. A mí me gusta hacerlo cuando no puedo jugar. También es importante que la entrenadora quiera que yo esté allí. Justo cuando me lesioné viajábamos a Zamora y le pregunté a Azu si podía ir con las demás. Me dijo: Claro, ya contaba contigo”. Superada ya esa lesión “molesta” y con dos semanas de entrenamiento completas, en la Copa le tocará ayudar en la cancha. En un fin de semana histórico tanto para el club como para esta One Club Woman, uno de los estandartes del IDK Gipuzkoa


Néstor Rodríguez & Ainara Garcia
noticiasdegipuzkoa.com