A Miguel Ángel Ortega la destitución no lo ha cogido desprevenido, aunque su análisis de los hechos y del transcurso de la temporada es muy diferente de la que ha hecho el club. De hecho, una vez encajado el golpe, se diría que el relevo le ha causado un alivio para el técnico del Hospitalet no ha convivido nada bien con la falta de comunicación con el club que ha habido en las últimas semanas
. "No quiero polémicas y quiero marchar dando las gracias", espetó de entrada, pero a continuación reveló un detalle que aún complica más el análisis de lo ocurrido: "Cuando Chelsea Gray se fue y el club se sintió en la necesidad de fichar, yo les pedí calma, que nos lo pensáramos bien. Y le dije al director deportivo, Pere Puig, que si necesitaba mi cabeza para frenar las presiones que recibía, que me lo cortara. "Es por eso, dice Ortega, que no entiende el" desprestigio mediático "al que se ha sentido sometido en los dos últimos meses. "No era necesario, y no creo que me lo merezca. Yo lo puedo entender todo, como lo demuestra el hecho de que ofreciera mi lugar, pero lo de estos últimos meses me ha hecho daño. "
Asumiendo su parte
"No tengo ningún interés en marchar limpio, indemne, sin heridas, pero asumo sólo las que me corresponden por lo que he hecho, no por lo que no se me puede imputar a mí", explica Ortega, que enseguida se refiere a lo que ha considerado siempre el gran problema: "A mí se me puede criticar por haber jugado de una manera y no de otra. Quizás sí. Pero es una evidencia que jugar dos competiciones con pocas jugadoras causa fatiga. "Y también recuerda experiencias anteriores:" Siempre que he hecho yo los equipos me ha ido bien. "
Toni Romero
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