CBOEdFQW8AEoEBFHay mil maneras de vencer, cierto, pero esta vez todos los astros se alinearon para que tuviera que ser a lo grande.

Sinceramente, no podría acabar de otra forma la temporada el Embutidos Pajariel Bembibre que venciendo (63-62) a uno de los ‘gallitos’ de la Liga Femenina, Conquero Huelva Wagen, apelando a la épica y gracias a un lanzamiento monumental de Ariel Edwards que otorgó el decimoquinto triunfo de la escuadra berciana. Suponía la confirmación de que el equipo acababa quinto la temporada regular, cosechando más victorias que en la campaña anterior pese a que accedió a los playoffs e imponiéndose a un conjunto clasificado para la fase final tras acabar la liga regular tercero y que disputó la final de la Copa de la Reina.

Hoy era el día de destacar el equipo, de recuperar la propuesta de toda la temporada para llegar hasta la cumbre. Muchos momentos se vienen a la memoria después de este último año que ha confirmado al cuadro rojillo entre los mejores y este sábado, en el cierre del curso, todo se confabuló para que la fiesta fuera completa. Quedaban apenas segundos, de hecho quedó uno después del lanzamiento de Ariel, y el tiempo pareció detenerse para ver aquel balón atravesando la red de la canasta. Certificó la estadounidense un gran partido (13 puntos, sin fallo desde más allá del 6,75), en el que se alió con una ‘Monty’ imperial que rubricó su gran trayectoria con 17 tantos (24 de valoración). Misma aportación anotadora que la norteamericana hizo Anna Gómez, exquisita en la dirección (6 asistencias) y que certificó otra temporada soberbia con un +20 de valoración en la cita ante Conquero. El resto de jugadoras tuvo su momento de brillantez, sumando para lograr una victoria que se pudo ir para Andalucía sin esa pizca de épica.

Así ha crecido este club y así ha llegado y se ha consolidado en la élite del baloncesto femenino español. Siempre con la humildad como seña de identidad, una junta directiva entregada ha permitido diseñar un equipo que hace soñar a toda una comarca, El Bierzo, cuyos habitantes se identifican cada vez más con este grupo de chicas. Así lo demostraron este sábado, volviendo a acudir en masa a la cita con el Bembibre Arena  (unos 700 espectadores había en el recinto de la capital del Bierzo Alto), animando en todo momento y resistiéndose a sufrir una derrota que habría sido la duodécima y habría dejado al Embutidos Pajariel Bembibre en sexta posición. Esto, no obstante, no habría restado ni un ápice de mérito a la excelente temporada realizada por las ‘guerreras rojas’, que han competido otro año más por encima de sus posibilidades.

Son ellas realmente las estrellas de esto, las que se parten el alma en cada entrenamiento y durante los partidos. No vale acordarse de esto o aquello, hay que disfrutar el momento y gozar con lo que hacen. No se les puede reprochar nada a estas chicas, siempre dando hasta el último gramo de energía, poniendo siempre una sonrisa y formando un grupo humano muy bueno. Han conseguido crear una mística en la que se implica su hinchada y que ha convertido el Bembibre Arena en una de las canchas más exigentes de la Liga Femenina y al equipo en uno de los más respetados de la competición.

Anna Gómez ha dirigido el barco con maestría, confirmándose como una base señorial; de ‘Monty’ poco podemos que no sepamos: capitana y líder, lo hace todo y todo bien; Rosó Buch ha madurado con nosotros y hace cosas que igual ni ella soñaría: se nota cuando está contenta e irradia optimismo; Dita Liepkalne supo reponerse de su lesión al comienzo de la temporada y ha hecho partidos memorables defendiendo como una gladiadora; Verónica Matoso ha ayudado mucho al equipo y se ha partido la cara frente a pívots físicamente más poderosas; Orla O’Reilly ha seguido creciendo y ahora defiende como la que más y asume el liderazgo ante el aro contrario; Laura Quevedo, la benjamina del equipo, llegó iniciado el campeonato para mejorar y seguro que dará muchas alegrías; Eli Vivas, la otra capitana, es el fiel reflejo de lo que es esta escuadra: trabajo, humildad, esfuerzo, carácter y saber estar; Alba González se ha hecho jugadora con nosotros y aparte de ser muy querida por la parroquia berciana, es la sonrisa perenne de nuestro baloncesto; Sandra Cereijo, que como la anterior es de Ponferrada y cumplió su quinta campaña en Bembibre, es otra de las que no se cansa de aprender y nunca pierde el buen humor; Berta Chumillas ha dado muy buenos momentos dinamitando partidos, siempre peleona y reactiva; y Ariel Edwards, la heroína gracias a su triple casi al final del último choque, ha crecido hasta confirmarse como una de las jugadoras más determinantes y resolutivas de la liga.

Pero claro, todo esto tiene un comandante, un guía. ‘Chiqui’ Barros, que acaba la quinta temporada en Bembibre y ha renovado por otra, ha sabido exprimir y sacar lo mejor de cada una de sus piezas para competir sin complejos y con ambición ante proyectos más potentes. ’El brujo ferrolano’, idolatrado por su afición y muy querido por toda la comarca, seguirá trabajando y reinventándose para que todo El Bierzo siga disfrutando durante muchos años de baloncesto de máximo nivel. Lo hará acompañado de su fiel ayudante, Raquel Álvarez, que también tiene gran parte de culpa en esto gracias a su trabajo invisible pero de importancia capital. Cristina González, la fisioterapeuta, ha hecho magia con sus manos para que nuestras chicas sufrieran mínimamente los rigores de una competición muy dura. Tampoco podemos obviar a Alfonso Sierra, delegado de campo y jefe de expedición en los viajes, que se ha esmerado para que a nuestras jugadoras no les faltara ningún detalle. Verónica González, delegada del equipo, también tiene su parte de mérito en esto, siempre haciendo cosas para el club desde el anonimato.

Por último, la junta directiva, que es la que mantiene el barco a flote, ha sabido maximizar los recursos para poder diseñar un equipo capaz de competir con los mejores de España, incluso de Europa, como demuestra la consecución de un torneo internacional en la isla italiana de Cerdeña. Con Alfonso Méndez al frente, todos los encargados de la gestión del club han puesto su granito de arena para que el proyecto se haya consolidado entre los mejores del país después de tres temporadas en la máxima categoría. Todo ello, claro está, no sería posible sin la existencia de José Luis Velasco, director deportivo y alma máter del proyecto, al que un día,  hace más de dos décadas, se le ocurrió la idea de juntar a unas niñas para jugar al baloncesto en el colegio. Aquel hombre, al que algunos tacharían de loco, ha llevado su locura hasta el punto en que ahora lo tenemos y que nadie en su sano juicio podría haber soñado: Embutidos Pajariel Bembibre PDM, quinto clasificado de España.

GRAN PRIMERA MITAD DE LAS LOCALES PARA LLEGAR CON VENTAJA AL DESCANSO

Inicio muy acertado de las onubenses, que endosaron un parcial de 0-7 certificado con un triple de Pina. Reaccionó entonces la escuadra berciana comandada por una ‘Monty’ que hizo 8 puntos para poner a su equipo en ventaja (13-12). La buena dinámica de las rojillas propició dos canastas, una de Orla y otra de Anna, que culminaron una racha de 9-0 y obligaron a Gabriel Carrasco a pedir tiempo muerto (17-12). No paró ahí el vendaval local, pues la base valenciana volvería a anotar, esta vez desde el perímetro, para acercar la renta a la decena, una diferencia que se mantuvo hasta el final del primer periodo, al que se llegó con el marcador de 22-15. Cambió ‘Chiqui’ Barros su quinteto en pista al comienzo de segundo cuarto, pero lo que no varió fue la propuesta. El conjunto berciano mantuvo su estilo, aunque las conqueristas consiguieron enlazar un 0-6 que las reenganchó al encuentro e hizo que ‘Chiqui’ Barros decidiera parar esta racha. Apareció entonces Rosó para anotar y una canasta de Matoso tras sensacional asistencia de Chumillas hizo que el preparador visitante solicitara otro tiempo muerto (30-24) mediado este segundo acto. Se alcanzó entonces una fase de desatino por ambos bandos que permitió mantener la renta local, aunque se rompió tras una canasta de María Pina. Sería ésta la encargada de mantener a su equipo en el partido, aunque un triple de la escolta de Mataró sobre la bocina pondría de nuevo la ventaja cerca de la decena al descanso (36-28).

LOS ASTROS DECÍAN QUE BEMBIBRE TENÍA QUE GANAR Y SER QUINTO

Retocó de nuevo su quinteto ‘Chiqui’ Barros en la reanudación, aunque una buena reacción de las onubenses hizo que encadenaran un 0-6 de parcial que puso de nuevo el duelo en un pañuelo (36-34 min 22). Pidió el ferrolano un tiempo muerto en busca de una respuesta que llegó con un triple de Anna Gómez. Las pívots visitantes se convirtieron entonces en los referentes ofensivos de su equipo, equilibrando al máximo el choque. Otro enceste desde más allá del 6,75 de la base rojilla mantuvo, no obstante, a su equipo arriba en el luminoso una vez superado el ecuador de este tercer acto. Conseguirían las onubenses otro parcial, ahora de 0-6, que les devolvió la ventaja después de muchos minutos (44-46) y con el que finalizó el tercer periodo. Se fue la racha al 0-8, aunque volvió Eli Vivas para despertar a su grada con un triple que rompía la buena dinámica visitante y relanzaba a las suyas. Otra canasta lejana, ahora de Orla, devolvía la igualdad al electrónico con más de siete minutos por jugarse. Gabriel Carrasco pidió entonces un tiempo muerto para recolocar las ideas de su equipo y sería Pina la que mantendría la ventaja, aunque ajustada, para afrontar los últimos compases. Se uniría entonces Elonu para consolidar la renta, aunque las bembibrenses no le perderían la cara al choque gracias a Edwards y su capitana. De hecho, un triple de la estadounidense del conjunto rojillo puso de nuevo la igualdad en el resultado a falta de tres minutos (58-58). Así, la deriva equilibrada llevó el encuentro a una situación límite. Con siete segundos por disputarse y el 60-62 en el marcador, la posesión quedó para las rojillas. Era el momento cumbre de la temporada y ‘Chiqui’ Barros reclamaría la presencia de sus jugadoras. El tiempo muerto reactivó a la grada del Bembibre Arena, que soñaba con una nueva victoria épica. Respondió el equipo con Anna Gómez diseñando la mejor obra posible. La de Alfara del Patriarca asumió la responsabilidad de subir la bola y de decidir que era Ariel Edwards quien estaba predestinada para resolver. A escasos segundos para la finalización, la norteamericana recibió el balón y pese a estar en una posición muy complicada, se la jugó desde una distancia descomunal y anotó el triple que certificó el quinto puesto y el triunfo final (63-62) tras un último intento errado por las andaluzas.

FICHA TÉCNICA

EMBUTIDOS PAJARIEL BEMBIBRE, 63

(22+14+8+19): Anna Gómez (13), Monty (17), Orla O’Reilly (8), Eli Vivas (3), Ariel Edwards (13) –cinco inicial-; Rosó Buch (7), Dita Liepkalne (-), Verónica Matoso (2), Laura Quevedo (-) y Berta Chumillas (-).

CB CONQUERO HUELVA WAGEN, 62 (15+13+18+16):

María Asurmendi (4), María Pina (19), Aja Parham (10), Adaora Elonu (9), Chelsea Davis (17) –cinco inicial-; Arantxa Mallou (-), Aleksandra Stanacev (-), Patricia Soler (-) e Itziar Germán (3). ÁRBITROS: José María Terreros San Miguel y Gorka García Balzategui. INCIDENCIAS: Al principio del encuentro se guardó un minuto de silencio por los fallecimientos del padre de la jugadora visitante Lucila Pascua, que no jugó, y del minero berciano José Pereira. Previamente, las jugadoras del Embutidos Pajariel fueron recibidas con un pasillo realizado por las niñas de las categorías inferiores del Club Baloncesto Bembibre, algunas de las cuales saltaron a la cancha en el descanso.

Norberto de la Mata Alonso

Departamento de Comunicación del Club Baloncesto Bembibre PDM