María Bettencourt (Funchal, 1991) es uno de esos ejemplos que hacen del baloncesto mucho más que un deporte de estadísticas. La portuguesa, que cumplirá mañana 28 años, tiene claro que su mejor regalo de cumpleaños sería la victoria del Valencia Basket frente al Spar Citylift Girona en los cuartos de final de la Copa de la Reina.

 

-¿Qué supone para usted jugar la Copa con el Valencia Basket?

-Me hace mucha ilusión porque es una gran oportunidad para el equipo y jugar en el Valencia Basket es un privilegio para mí. Lo puedo decir así de claro porque es lo que siento. Es muy especial vivir el proyecto desde la temporada pasada, donde conseguimos el ascenso. La Copa es el premio a todo ese trabajo.

-¿Cuando regresó a Portugal tras el ascenso como explicó que un equipo femenino en Segunda División de España había llenado un pabellón de 8.000 espectadores?

-Si no lo llegan a ver en directo no lo hubieran creído. A Valencia vinieron miembros de la Federación Portuguesa y amigos de allí que les apasiona el baloncesto y no se lo podían creer. Mi familia que siguió por televisión la fase de ascenso, tampoco. Nunca habían visto un ambiente así en un partido de baloncesto femenino. En Portugal sí que hay ambiente en las finales de los chicos pero llegar a Valencia y ver que las chicas lo podíamos hacer se quedaron con la boca abierta. Este año estamos llenando más la Fonteta que Salamanca su pabellón. Es increíble. En el playoff podemos ver un pabellón con las gradas llenas.

-¿El deporte estará normalizado el día que no sea noticia que un club como el Valencia Basket da el mismo trato a sus primeros equipos masculino y femenino?

-Sí, por desgracia sigue siendo noticia porque a día de hoy existen clubes que no lo hacen. Tenemos mucha suerte de estar en este club porque es cierto que el Valencia Basket nos trata como al primer equipo de los chicos.

-¿Cómo se le puede ganar al Girona? La victoria sería el mejor regalo de cumpleaños para usted.

-Es verdad que es un equipo muy completo y que está hecho para jugar en Europa. Tienen muchas armas pero a un partido les podemos ganar. En baloncesto nunca sabes lo que puede ocurrir porque hay muchos factores que pueden marcar un partido. No jugamos en su casa, donde sabemos que son más fuertes. En campo neutral todo puede pasar, tengo muchas ganas de que llegue el momento. Nada es imposible y sueño que podemos ganar, ese sería el mejor regalo posible.

-¿Cómo se está encontrando esta temporada?

-A ver, soy consciente de que he jugado partidos buenos y otros no tanto. Lo que tengo claro es que el equipo está por delante y que lo individual no me importa. Si el equipo gana es lo importante y si puedo aportar algo en esa victoria pues mejor. Todavía puedo dar más. Nos queda lo mejor de la temporada y si puedo llegar a mi mejor momento cuando el equipo más lo necesite será perfecto. Por el equipo, todo.

-Cuando juega un mal partido es de las que se cabrea mucho. Significa compromiso.

-No soy una jugadora que mire la estadística ni que esté pendiente de los números. Cuando creo que no he aportado lo que tenía que dar en un partido me cabreo mucho, aunque sea por una defensa que tenía que hacer a alguna rival. No me gusta perder. Me enfado porque cada vez que tengo puesta la camiseta del Valencia Basket siento la responsabilidad. Llevarla significa mucho en mi carrera y no quiero perder la oportunidad de defenderla. Quiero que la gente vea que soy una jugadora que lo da todo en la pista, por eso cuando no me sale me enfado.

-Imaginemos. Vitoria, 63-62 para el Girona. Quedan dos segundos y le llega el balón. ¿Lo pasa o lo tira?

-Es muy buena pregunta. No me asustan esos momentos, si el balón está en mis manos lo tiraría. Sin dudarlo. Pero también estaría atenta a un posible pase si una compañera tiene una mejor posición.

-Celebran cada victoria como si fuera un título. Es muy llamativo.

-Trabajamos mucho durante la semana, pasamos muchas horas dentro de la Fonteta y de L'Alqueria y cuando ganamos un partido es como que todo el trabajo tiene su recompensa. Por eso celebramos cada victoria como si fuera un título. Somos una familia más que un equipo y eso se nota en los partidos. Si haces algo mal tu compañera no te va a mirar mal, te va a ayudar. Me siento como en casa y como si cada compañera fuera como una hermana.

-Está claro que el proyecto del Valencia Basket va a seguir creciendo. ¿Le gustaría formar parte?

-Me encantaría, me hace mucha ilusión jugar aquí y si pudiera seguir la próxima temporada estaría encantada. Lo más importante es que creo que la gente del club está orgullosa del trabajo que estamos haciendo, de lo que se está construyendo estos años. El siguiente paso seguro que será jugar en Europa porque es una ciudad con mucha afición que se merece un equipo en lo más alto.

J.C. Villena
foto: Irene Marsilla
lasprovincias.es