Lucía Fontela (Vigo, 2002) se formó como jugadora en el Celta Zorka Recalvi y esta misma semana fichó por el Al-Qázeres extremeño y supo que el equipo celeste será su primer rival en la Liga Challenge 2022/23, un encuentro que prevé “extraño” pero “bonito”.
¿Cómo se produjo la operación de fichar por el A-Qázeres?
A mediados del curso pasado me surgió la posibilidad de hacer el Sicue (un programa de intercambio de estudiantes entre las universidades españolas). Entonces lo solicité, me lo concedieron y cuando se acercaba el momento de tomar la decisión valoré también el jugar allí, porque yo intento compaginar siempre los estudios con el baloncesto. Estoy cursando ciencias de la Actividad Física y el Deporte y lo puedo hacer en Cáceres.
Cuando vio que el primer rival era precisamente el Celta, ¿qué sintió?
La verdad es que va a ser un poco extraño porque al final es mi club de toda la vida, después de ocho años allí. Es un reto diferente, pero lo afronto con mucha ilusión. Yo creo que va a ser un partido bonito porque el Celta es un equipo al que le tengo mucho aprecio. Será complicado también porque siempre he estado del otro lado, pero sí me gustará jugarlo.
¿Le costó mucho abandonar el club celeste?
Sí. Nunca es fácil salir de casa y la verdad es que me costó. Pero al final, valorándolo todo, tenía que hacerlo. Académicamente, era una oportunidad que no siempre tienes porque en Vigo no es fácil compaginar los estudios con el baloncesto a este nivel. Algunas personas sí te dan facilidades, pero otras no, y también era una manera de probar algo nuevo. Pero sí que me costó tomar la decisión.
¿Ya sabe qué rol tendrá en el equipo extremeño?
La faceta en la que destaco es la defensiva y es lógico que me vayan a exigir más en ese sentido que en otros, pero a mayores, todo lo que se pueda sumar para el equipo siempre es bienvenido.
¿Qué le parece la revolución que está haciendo el Celta en la plantilla este verano?
No lo sé. Lo que pasa es que cada jugadora tiene sus intereses personales y, por unas causas u otras, cada una toma la decisión que le conviene, ya sea por motivos deportivos, académicos o por necesidad de algo diferente. Me imagino que algunas se habrán ido por decisión propia y otras por decisión del club.
Porque todas las jugadoras dicen que el grupo que había el curso pasado era muy bueno.
Sí. El grupo era muy bueno. Al final, pasas mucho tiempo con las compañeras y el grupo es importante. Creo que eso nosotras lo teníamos y se reflejó en los últimos partidos, en los más duros. No sé si la gente lo vio, pero nosotras sí que lo sentimos así.
¿Qué objetivos se marca en esta primera aventura lejos de Vigo?
Individualmente, seguir creciendo tanto en el baloncesto como a nivel personal. Es mi primera experiencia fuera de casa y espero disfrutar, trabajar mucho, sufrir y aportar todo lo que pueda.
Javier Campa
atlantico.net