Vicky Alonso Vilariño ha redescubierto la felicidad derivada del baloncesto en el cuadro ilicitano de la tercera categoría tras desechar la retirada después de los Juegos
Cuando terminaron los Juegos Paralímpicos de París, Vicky Alonso Vilariño no tenía ni idea de lo que iba a suceder después. Solo sabía que no iba a continuar en la UCAM de Murcia. A partir de ahí, contemplaba todas las posibilidades. Incluida la retirada. “¡Que ya tengo 42 tacos!", bromea al otro lado del teléfono la viguesa. “Necesitaba tomarme un tiempo para organizar mis ideas”, añade a continuación con seriedad. El caso es que, tras meditarlo, Vicky decidió aceptar la oferta del Elche de Segunda División -tercera categoría- y ahora disfruta del baloncesto con un enfoque distinto. Y no le va mal. Su equipo suma dos victorias en las dos primeras jornadas de Liga y ella ha aportado 27 y 19 puntos, respectivamente.
“Estaban super contentos porque llevaban muchos meses sin ganar un partido. Ver esas caras de felicidad es muy bonito”, recuerda la viguesa sobre el encuentro de debut, en el que ella sola anotó tantos puntos como todo el equipo rival, el Miarco Petraher (63-27). Como es normal, una jugadora que viene de competir en unos Juegos y de una extensa carrera en División de Honor, está por encima. Se nota. “No es por desmejorar a nadie, pero sí que te notas a un nivel físico superior y también en los ataques estáticos. Ya hace años que trabajo el tiro exterior y el juego fuera de la zona y eso me abre un campo muy grande en esta categoría”, explica.
A estas alturas de su carrera, esto es lo que Vicky necesitaba. Y más después de dos años difíciles en la UCAM. “No disfruté todo lo que se debe disfrutar”, apunta. “Sobre todo este último año. Ya no solo por los minutos, que eran escasos, sino porque el nivel de exigencia que se le pide a un equipo de División de Honor ya no es lo que yo quiero ni lo que necesito para mí”, apostilla Vilariño, que encontró en Elche el lugar perfecto para continuar. “Estábamos hechos la una para el otro”, bromea la jugadora olívica, asentada en Murcia desde hace años, a 40 minutos en coche de la ciudad de las palmeras, donde entrena dos veces a la semana con jugadores a los que ya conocía, como por ejemplo el hijo de su pareja. Una labor que compagina con su otra pasión deportiva: el crossfit. “La profesionalidad y el compromiso es el mismo, pero menos entrenamientos y partidos", subraya
Así pues, la decisión era lógica. “Yo ya no me planteaba irme fuera, aunque alguna opción tuve”, destaca. Ahora, simplemente, solo queda hacer algo tan básico y necesario que a veces se olvida. “Estoy consiguiendo disfrutar del baloncesto a otro nivel distinto”, manifiesta Vicky, que destaca como “un placer” entrenar con sus nuevos compañeros. “Me río mucho”, proclama con un enfoque que redunda en su felicidad. “Disfrutar de estos momentos y verlos tan contentos es lo más grande que tengo ahora mismo”, expresa con la elegancia de una dama. La dama viguesa de Elche.
“Mi idea es continuar en la selección por las chicas jóvenes”
Los segundos Juegos Paralímpicos de Vicky Vilariño parecían un broche de oro perfecto para su carrera internacional. Sin embargo, la decisión de continuar jugando no se reduce solo al mundo de los clubes. “De momento, sigo en el grupo de trabajo de la selección", destaca. No obstante, la viguesa sabe que falta un año para el Europeo y que ha habido un cambio de seleccionador, con la promoción de Franck Belén, anterior segundo de Adrián Yáñez, que lo ha dejado tras la cita parisina. “Voy a intentar aguantar un poquito más si así lo considero una vez tenga una reunión con el nuevo cuerpo técnico”, sostiene Vicky, que se muestra con ganas.
La mayor motivación para continuar siendo internacional está en ejercer de guía para los nuevos valores que aparecen desde atrás. “Me daría mucha lástima dejarlo por las chicas jóvenes que ahora llegan”, apostilla la jugadora del Elche, dispuesta a poner su experiencia al servicio de la juventud. “Si todo fuera tan natural como debería, tendría que haber habido un gran cambio generacional hace unos cuantos años”, lamenta Vilariño.
Así pues, por el momento, la jugadora viguesa continúa siendo seleccionable. Y por calidad y experiencia, pese a haberse bajado dos categorías, continúa siendo un valor seguro. “Si puedo aportar y aún estoy en condiciones, ahí estaré”, destaca Vicky, campeona de Europa de 3x3 en la cita que se celebró justo antes de los Juegos. No obstante, la viguesa es consciente de que el final del camino está próximo. “No es que no quiera seguir jugando hasta que tenga 70 años, pero hay que dejar paso a las nuevas generaciones”, concluye. Por ahora, aún tiene cuerda.
“¡Tíos, que me habéis jodido un montón de asistencias!”
Ya de por sí, Vicky Vilariño es una persona alegre y vital. Siempre sonríe. Pero en esta nueva etapa en el Elche está consiguiendo hacerlo mucho más en una cancha de baloncesto. Lógicamente, desde una óptica distinta. La que da bajar dos categorías desde la División de Honor a la Segunda División. “Si el nivel ya es menor con un peldaño, imagínate con dos”, reconoce al otro lado del teléfono. Eso implica que hay un campo de mejora importante en su equipo. No obstante, la viguesa se muestra cauta “Si puedo dar un pequeño consejito, siempre positivo y con mucha humildad, pues perfecto. Pero jamás me meto en sus decisiones en la cancha, ni en los sistemas de juego ni en nada. Me limito a hacer lo que me pide el entrenador porque es lo que he hecho toda mi vida”, comenta. “Mi manera de aportar es darles intensidad. Ahí sí que se nota. Que lleguen al final del entrenamiento y que digan 'madre mía, no puedo correr más'. Les pido que estén atentos a la hora de defender, el hablar, la comunicación, esa garra que yo tengo transmitírsela a ellos que es donde pienso que les falta un poquito”, añade.
Eso, claro está, no va reñido con la broma. En esa línea, recuerda algunos fallos en el tiro en el primer encuentro. “Les decía, ‘¡tíos, que me habéis jodido un montón de asistencias!”, rememora. “Mira que nos reímos juntos”, concluye.
Borja Refojos
atlantico.net