Hace poco os dimos a conocer a las 12 guerreras que defenderán en los próximos días la roja en el Mundial BSR, pero no serán ellas las únicas féminas que representarán a nuestro país en dicha cita, por lo que no queremos olvidarnos del resto.
Una de las que deberían estar allí es Laura Guijarro, a la que muchos conoceréis como jugadora de basket a pie, por sus más de 15 años de experiencia en equipos tales como Club Brains, CB Alcobendas, CB Arganda, Club Veritas-Coras, Club Juan de Austria, etc.
Esta madrileña no podrá estar presente en Alemania debido a su baja por maternidad, pero creemos que merece ser presentada y que podamos conocer sus impresiones, como parte activa del cuerpo técnico de la selección femenina BSR, ya que su trabajo como delegada ha sido intenso de cara a la preparación de este campeonato y, aunque tenga que ser en la distancia, lo vivirá como una más del grupo.
Por desgracia no vas a poder estar presente en Hamburgo debido a tu baja maternal. ¿Qué supone para ti tener que perderte esta cita in-situ?
La verdad es que es una pena pues ha sido mucho tiempo el invertido y mucho trabajo realizado para al final perderte el premio de disfrutarlo, pero también es verdad que el motivo por el que no viajo lo compensa.
¿Cuál es habitualmente tu labor como delegada de la selección femenina BSR?
Mi trabajo es más a lo largo del año que durante las concentraciones o torneos en los que competimos. Siempre hay cosas que hacer y son pocas las semanas que no tenemos que hacer, planificar o hablar de algo de la selección.
Yo lo que suelo hacer es organizar todo lo relacionado con la logística. La planificación se intenta hacer a principio de temporada, cuándo son las reuniones con el cuerpo técnico y, con antelación a cada concentración o torneo, tengo que reunir la información de cada una de las jugadoras, su disponibilidad para acudir total o parcialmente, su lugar de origen, la documentación personal, etc.
Toda esa información la paso a FEDDF y ellos se encargan de sacar billetes, contratar hoteles, reservar pistas de entrenamiento, facilitar material y demás cuestiones.
Nuestro principal problema con la femenina es que, al no ser jugadoras totalmente profesionales, la gran mayoría tienen que compaginar sus trabajos, estudios y demás obligaciones con la selección, lo que dificulta bastante la organización pues también se les deben facilitar los justificantes que necesiten para sus ausencias.
También me pongo en contacto con los medios de comunicación para intentar dar difusión a nuestro deporte.
Al final casi todo lo que necesiten las jugadoras y el cuerpo técnico pasa por mí para gestionarlo con la FEDDF.
Durante las concentraciones y campeonatos, me encargo de controlar todo el material (equipaciones, sillas de juego y paseo, etc.), concretar horarios de comidas, reuniones, entrenamientos y partidos, solicitar salas para las reuniones y los medios audiovisuales para ellas, guardar actas (si las hay), llevar el control de gastos que puedan surgir, etc.
Digamos que casi todo el tema de papeleo y gestión administrativa también pasa por mí y yo luego se lo voy pasando a la persona encargada de la federación.
Mi trabajo, básicamente, es intentar que las jugadoras y resto del cuerpo técnico sólo tengan que ocuparse de las cuestiones deportivas y darles todas las facilidades posibles para ello.
¿Cómo suele ser el día a día de un delegado de equipo durante una competición BSR internacional?
Lo primero es coordinar los viajes y asegurarnos de que toda la expedición vaya cumpliendo sus horarios y lleguemos todos en hora a nuestro destino. (La verdad es que, en esto, María Rubiera nos lo facilita muchísimo desde la FEDDF y lo organiza perfecto)
Los viajes son bastante cansados, porque hay que movilizar mucho material, entre repuestos, caja de herramientas, botiquín, las sillas de juego, etc. lo que hace tengamos que echar un buen ratito entre el aeropuerto, los traslados e instalarnos en los alojamientos.
Ya en la competición, el primer día tenemos reunión de Team Managers donde nos dan los horarios de entrenamientos, partidos y comidas, así como nos cuentan todos los detalles de la organización del evento y controlan que las equipaciones tengan la serigrafía de manera reglada y se cumpla la normativa en general. Luego tenemos que repasar toda esa información por si se solapan algunos de los horarios o si nos conviene intentar cambiar algunos de ellos y, en caso de que sea así, me tengo que poner en contacto con el encargado en cuestión.
Durante el campeonato, como he comentado antes, tenemos que intentar solucionar cualquier situación o imprevisto que surja para que cada uno tenga que pensar solo en su labor, es decir, apagar los fueguitos que van surgiendo.
¿Cuáles son los preparativos previos a tener en cuenta por parte del delegado BSR antes de la competición?
A mí me gusta tener todo bien organizado, y tener toda la información bien guardada.
Me gusta repasar todo y tenerlo siempre accesible, para poder confirmar en cualquier momento cualquier duda que surja.
Soy muy fan de las hojas de cálculo y me hago siempre en ellas mis cuadrantes con todo detalle.
¿Cuál ha sido el mayor imprevisto al que te hayas tenido que enfrentar como delegada BSR?
La verdad es que con la femenina nos surgen imprevistos a menudo, desde llegar a entrenar y que no tengamos pista, a retrasos en viajes y tener que correr para llegar al siguiente vuelo, siendo también raro que no haya que hacer visita a algún hospital. Es una gymkana constante.
Pero creo que el momento más duro y complicado fue cuando una jugadora no pudo disputar un campeonato, por problemas administrativos que estaban fuera de nuestro alcance, y que nos lo comunicasen en el primer entrenamiento del torneo.
¿Cuáles son los riegos más peligrosos a intentar evitar en la logística de un campeonato de este tipo?
Principalmente que, en los desplazamientos y sobre todo en los viajes en avión, las sillas y el material no lleguen a su destino o lo hagan rotos.
¿Y las cuestiones que no se deben dejar nunca a la improvisación?
Todo el tema de licencias y acreditaciones en tiempo y forma, para que las verdaderas protagonistas de todo, que son las jugadoras, puedan jugar sin problemas.
¿Hay alguna pesadilla adicional para un delegado de BSR respecto a uno de a pie?
Como he comentado antes, los viajes en avión.
Son interminables las horas que pasamos esperando a facturar, porque nos movemos con muchísimo material y además tenemos que ser los primeros en acceder al avión. A las chicas con mayor problema de movilidad las tienen que pasar individualmente a sus asientos, así que tenemos que estar mucho antes que cualquier equipo de a pie.
Del mismo modo somos los últimos en salir del avión al llegar a destino y aún nos queda por recoger todo el material, rezando para que no se haya perdido o roto algo.
¿Cuáles crees que deben ser las principales virtudes de un buen delegado de equipo?
Principalmente la organización, para intentar tener todo lo más controlado posible, y la paciencia, para resolver cualquier imprevisto que surja.
Ya llevas casi siete años (desde el Europeo U22 de 2012 en Stoke Mandeville en el que te estrenaste como delegada) vinculada al BSR. ¿Cuál crees que será el campeonato BSR que nunca podrás olvidar y por qué?
Pues creo que todos ellos, pues cada uno tiene algo especial que le hace único.
El primero fue muy especial, por ser mi debut y celebrarse en Stoke Mandeville (la cuna del deporte adaptado) además, por supuesto, de compartir cuerpo técnico con mis dos personas favoritas del BSR (Abraham Carrión y Javier López).
Luego, cuando pasamos a formar parte del cuerpo técnico de la femenina, me tuve que perder el Europeo de Worcester en 2015 por mi primera operación de rodilla, pero el siguiente año (2016) fue espectacular al ganar el oro en el Europeo B de Atri (Italia).
El Europeo del año pasado en Tenerife fue brutal, pues logramos el sueño de conseguir el pasaporte para este Mundial y lo hicimos en nuestro país, animados desde la grada por bastantes familiares de las jugadoras.
Además, cuando vas con el cuerpo técnico que tenemos en la femenina, en el que todos sus miembros son unos profesionales increíbles y aún mejores personas, todo es mejor.
¿Recuerdas especialmente alguna anécdota como delegada BSR que quieras compartir con nosotros?
En mi primera concentración con la Sub22, al llegar a Barajas e intentar ayudar con una silla, la primera rueda que puse lo hice al revés, con el aro hacia dentro… se le hacía complicado al jugador pegarle a la silla así.
¿Cómo suele ser la relación del delegado BSR con las jugadoras y el resto del cuerpo técnico?
Pues no sé cómo suele ser en otros casos, pero mi experiencia personal es muy buena.
La verdad es que es muy fácil con este grupo de trabajo. Las jugadoras son muy buenas niñas y, aunque de vez en cuando las insulte cariñosamente y las llame “petardas”, la verdad es que es un gustazo trabajar con ellas.
En cuanto al cuerpo técnico no puede ser mejor, siempre están dispuestos a ayudar y a hacer más de lo que corresponde a cada uno. Creo que nos compenetramos muy bien y somos una familia, tanto es así que todos ellos estuvieron en mi boda, incluso uno de ellos dando el “sí quiero” conmigo.
¿Y con el resto del organigrama federativo?
Genial también.
Con quién más relación tengo yo ahora mismo es con María Rubiera y es un auténtico lujo trabajar con ella pues lo hace todo muy fácil.
Siempre que hemos necesitado ayuda de alguien más ha sido genial pues, tanto Javier Pérez, como Miguel Ángel García, siempre están dispuestos a echar una mano y te resuelven todo casi al instante.
Ellos son las 3 personas con las que más contacto tenemos, pero la verdad es que, en general, se trabaja muy bien con cualquier miembro de la FEDDF.
¿Hay algo que sea especial a la hora de gestionar y coordinar un grupo con un abanico de edades tan amplio (de 18 a 37 años) como el de la selección nacional femenina BSR actual?
Creo que no depende tanto de la diferencia de edad como de que no somos profesionales.
Lo difícil realmente es lidiar con los trabajos y universidades de cada uno de los miembros del equipo, tanto jugadoras como cuerpo técnico.
Esto hace que organizar una concentración sea un encaje de bolillos, con diferentes fechas de llegada y salida, distintos horarios, etc.
En tu caso procedes del basket a pie, con una dilatada y brillante carrera deportiva en él, ¿cómo y cuando conociste el BSR animándote a dedicarle buena parte de tu tiempo?
Dilatada sí, pero yo no la consideraría brillante.
Conocí y me enamoré del BSR gracias a Gema Ortega que, en aquel momento, era coordinadora de las escuelas de baloncesto de la Fundación Real Madrid.
Tuve la gran suerte de que contara conmigo para el segundo Campus Inclusivo de la Fundación. Fue en 2010 y allí conocí a Javier López y Óscar Trigo, así como me reencontré con Javier Pérez, con quien ya había coincidido por otros temas al margen del baloncesto. El siguiente año, Óscar no pudo asistir y en su lugar fue Abraham Carrión.
Te puedes imaginar que fue todo un lujo introducirte en este mundo de la mano de los mejores. Una experiencia única que hizo imposible no desear formar parte de él.
¿Cuáles son las diferencias que encuentras entre ambas modalidades a nivel deportivo y organizativo?
A nivel deportivo, el BSR es mucho más táctico y están mucho más definidos los roles de cada jugador.
Para iniciarte en BSR es bastante más complicado, ya que hay muchos menos sitios donde practicarlo, con lo cual empezar de cero es difícil pues generalmente hay mucha diferencia de nivel con el resto del equipo en el que empieces.
Además, para jugar a pie solo necesitas un balón y una canasta, y para jugar BSR necesitas una silla de ruedas, algo que es muy difícil que desde el principio te pueda facilitar el equipo y que supone un desembolso enorme de dinero si quieres tener la tuya propia. Afortunadamente cada vez hay más escuelas BSR en las que te pueden prestar el material para iniciarte, pero es complicado que tengan sillas suficientes para todos los alumnos y menos aún que estén adaptadas a las necesidades de cada uno de ellos.
En cuanto a lo organizativo, en baloncesto a pie la verdad es que he trabajado poco, pues me he dedicado más a jugar y entrenar, pero entiendo que será más o menos igual.
¿Cuál de las dos modalidades te parece más interesante?
Lo que me apasiona es el baloncesto, con lo cual para mi ambas son interesantes por igual.
En algunos países es posible jugar BSR sin discapacidad, en determinadas categorías de sus competiciones nacionales y/o con una clasificación médico-funcional especial, ¿qué piensas de ese tipo de inclusión?
Yo estoy completamente de acuerdo. Creo que le daría mucha más visibilidad, que es lo único que le falta al BSR.
Si fuera posible jugar BSR sin discapacidad en España, ¿te animarías a intentarlo?
Lo estoy deseando. Ojalá pudiera y a menudo digo que me dejen jugar, aunque sea en las pachangas.
¿Recomendarías a las jugadoras de a pie que hayan sufrido alguna lesión grave que les impida seguir jugando, considerar el BSR como una opción para dar continuidad a su carrera deportiva?
Claro. Al final, como he dicho antes, se trata de baloncesto y te permite seguir disfrutando de la competición y mantener la pasión por este deporte.
Aunque en la selección femenina actual hay un par de casos de ese tipo, como los de Vicky Pérez y Veva Tapia (excompañera tuya en CB Alcobendas hace una década), ¿qué crees que hace falta para que más exjugadoras de a pie se animen a pasarse al BSR?
Información, sobre todo información.
Hay que mostrar este deporte como uno más y derribar los miedos y prejuicios derivados de ver más la silla que el juego, el equipo, la ilusión, etc.
Conozco a muy poca gente que lo haya probado y no le haya encantado o no haya quedado sorprendida. El problema es que no todo el mundo lo prueba o tiene la posibilidad de hacerlo, con lo cual sigue estando la idea de que es un juego lento y que solo es para rehabilitación y pasar el tiempo, en vez de un deporte intenso, dinámico y que puede llegar a ser de alto rendimiento.
¿Cómo crees que debería fomentarse el conocimiento del BSR dentro del colectivo de basket a pie?
Por ejemplo, poniendo asignaturas de BSR en los cursos de entrenador de baloncesto en todos los niveles para que, poco a poco, se vaya conociendo más y todos los formadores tengan la capacidad de hablar de ello a sus jugadores.
También es importante fomentarlo en colegios, mediante charlas y exhibiciones en ellos u organizando visitas para ver partidos.
¿Cómo consideras que ayuda tu experiencia como jugadora de a pie en la gestión de un grupo como la selección femenina BSR?
Yo me sigo considerando jugadora, con lo cual entiendo las situaciones y sensaciones de las jugadoras de la selección por lo que, al formar parte del cuerpo técnico, también entiendo sus exigencias y demandas. Al estar en los dos lados creo que puedo ayudar como enlace entre ambos.
¿Recomendarías a personas procedentes del basket a pie interesarse por el BSR como técnicos o delegados?
Por supuesto. Entiendo que, si a ti te gusta algo mucho, y te dan más de eso que te gusta, disfrutarás más. El BSR es lo mismo, es más baloncesto, independientemente de la faceta a la que te dediques.
¿Cómo compaginas tu dedicación al BSR con tu carrera deportiva a pie y con tu vida laboral y personal?
Bueno, de momento el baloncesto a pie lo tengo aparcado, con lo cual es uno menos con el que contar, aunque no descarto volver a intentarlo si mis rodillas me lo permiten.
En cuanto al BSR, está en mi vida diaria, al igual que mi vida personal y laboral. Cuando en la misma familia se juntan dos amantes de un mismo deporte, y encima uno de ellos se dedica a él profesionalmente, hay poco más que decir.
Más concretamente con la selección, hay veces que es complicado compaginarlo porque, cuando se acercan concentraciones o campeonatos, al final hay cosas que hacer casi a diario.
Mi prioridad es, lógicamente, mi trabajo en el colegio, pero la selección para mí es otro trabajo, aunque no lo sea en el sentido más estricto de la palabra. Por desgracia, el momento de más carga de trabajo de ambos suele coincidir, por lo que en los finales de trimestre suelo tener que hacer un poco de malabares para llegar a todo de la mejor manera posible.
¿Qué ha supuesto el BSR en tu vida?
Bueno, gracias al BSR conocí a quien ahora es mi marido, así que puedo decir que me ha dado una familia y un modo nuevo para seguir disfrutando del deporte que me apasiona.
¿Piensas seguir dedicándote al BSR tras haber sido madre o necesitarás darte un tiempo?
Buena pregunta. En el hospital, el día después de ser operada, estaba haciendo cosas de la selección; el día de mi boda, mientras me maquillaban, estaba haciendo cosas de la selección; dos días después de casarme, en vez de irme de viaje de novios, llegamos a Atri para disputar el Europeo B con la selección… Estoy deseando que mi hija sea capaz de disfrutar del baloncesto tanto como yo.
¿Cuáles son tus deseos para las chicas en el Mundial?
Que disfruten, que disfruten mucho. Es una experiencia inolvidable y para muchas irrepetible. Es un torneo en el que para nosotras no hay presión clasificatoria para otra competición, así que solo queda disfrutar, luchar como nunca y pelear como leonas para sentirse orgullosas de ellas mismas y de todo lo que han trabajado para llegar hasta aquí.
Me encantaría estar allí físicamente, pero me tocará remar con todos ellos en la distancia y pegadita a la pantalla del ordenador.
No cabe duda de que las chicas de la roja notarán ese empujoncito extra de Lau en sus sillas aunque, por desgracia, tenga que ser a 2000 km de distancia.
JOSÉ M. MARTÍN
LOKOS X EL BALONCESTO (BSR)