Ha llegado el momento de saltar la pista para gestionar, desde el talento y el esfuerzo, el primero de los grandes retos que afrontará nuestra selección femenina en una semana decisiva que debe llevarle a los Juegos de Río. Martes, 15:00, Teledeporte, España-China.
Son muchos años de acumulación de experiencias, de crecimiento individual y colectivo, de gestión adecuada de un talento que el baloncesto femenino español ha ido proporcionando repartido en diferentes generaciones. Son décadas de esfuerzo dentro de un proyecto deportivo estable, bien diseñado y que ha permitido que nuestras selecciones femeninas, sí, selecciones en plural, se situasen en lo alto de concierto internacional, estuvieran permanentemente presentes en todas las competiciones internacionales de todas las edades. Y esa suma de vivencias de nuestras jugadoras referentes, desde cadetes hasta seniors, en sus respectivas generaciones y guiadas por equipos técnicos excelentemente diseñados. han dado como resultado tener desde hace años una Selección Absoluta ganadora pudiendo relevar generacionalmente sus jugadoras más importantes desde la normalidad, sin perder la capacidad competitiva, sin que ninguna baja condicionase el rendimiento. Por eso, llegar al Preolímpico con el objetivo claro y definido de poder estar en los Juegos de Río no hace más de ratificar el éxito de un proceso deportivo trabajado, estudiado, ejecutado desde la serenidad, desde el conocimiento.

Saber de dónde venimos es muy importante para afrontar el reto del presente. Porque ese impulso de años de trabajo es lo que se convierte e la base de confianza para plantear el futuro. Porque para Mondelo y su equipo técnico, para todas y cada una de las jugadoras, representantes de generaciones separadas en los años pero unidas en el proyecto, estos tres partidos decisivos, China el martes, Venezuela el miércoles y el definitivo cruce de cuartos, no serán más la continuación de un trabajo diseñado desde años atrás y la inercia, desde los automatismos adquiridos en muchos campeonatos anteriores, que se convertirán en argumentos a los que poder recurrir cuando el debate se complique. Sin embargo, la experiencia precisamente les ha enseñado a todas ellas que con la inercia sólo no se gana, que es fundamental poner los cinco sentidos en cada una de las acciones del partido, que el talento fluye cuando el esfuerzo es el adecuado, que las diferencias se empiezan a marcar cuando la intensidad y concentración es total.

Mondelo conoce bien al rival de hoy y ese conocimiento del rival no hace más que tranquilizar los ánimos de unas jugadoras experimentadas que, sobre la pista, buscarán esa máxima que ha caracterizado sus participaciones desde niñas hasta mujeres en las diferentes selecciones. “Ser ellas mismas”, exponer sus virtudes que son muchas y hacerlo desde la generosidad, desde la armonía, desde la creatividad. Ha llegado la hora del primer gran reto. Disfrutémoslo.


FEB