Ausente desde los cuartos de final por tener que estar ingresada en un hospital de Grecia a cuenta de una colitis infecciosa, Iyana Martín no pudo estar sobre el parqué pero sí estuvo con sus compañeras en espíritu e, incluso, llegó a visitarlas antes de la gran final del Eurobasket.

 

La base asturiana y jugadora de Perfumerías Avenida no pudo estar para la recta final del torneo, una experiencia marcada por el problema de salud. Sin embargo, Iyana ha querido recoger sus sensaciones en su cuenta de Instagram. La joven jugadora resaltó el paso del grupo para pasar del "yo" al "nosotros".

"Para mí esta experiencia de un día para otro cambió radicalmente. Muchas veces no lo valoramos, pero tenemos mucha suerte de tener salud", se sincera, recalcando que pasó de verse "jugando unos cuartos de final, a verlos desde la tele en la cama del hospital".

El no estar presente no la privó de sentirse "tan dentro de algo de lo que he estado tan fuera". Un grupo que cataloga de "oro" como personas. Pero con un mensaje claro: "Volveremos". Toda una declaración de intenciones.

Este es el comunicado de la jugadora en su cuenta de Instagram:

Cuando me imaginaba vivir mi primer Eurobasket, había pensado en muuuchos escenarios… el resultado ha sido bastante diferente. Como ya sabréis, tuve mucho tiempo sola para pensar e hice alguna reflexión que me gustaría compartir.

El compromiso que se ha respirado desde el día uno por todas y cada una de las personas que había involucradas, es de admirar. Cada uno de un sitio, rompiendo su dinámica del día a día, demostrando que somos capaces de adaptarnos a algo nuevo, y dejando por un momento de ser "yo" para poco a poco ser "nosotros". Un "nosotros" que no ha sido fácil, y que lleva mucho curro y muchas personas detrás, ellas mismas leyendo esto, saben quienes son.

Para mí esta experiencia de un día para otro cambió radicalmente. Muchas veces no lo valoramos, pero tenemos mucha suerte de tener salud. No somos conscientes de lo importante que es hasta que tenemos un susto, o pasa algo que nos hace echarla de menos. Es la base de todo. Y muchas veces lo damos por echo. Pero, que suerte tenemos de estar sanos.

Pasé de verme jugando unos cuartos de final, a verlos desde la tele en la cama del hospital. En ese momento mi cabeza era un lío; sentía mucha frustración, rabia, tristeza, desilusión… pero tenía un sentimiento por encima de todo y todos: el orgullo por mi grupo. No podía sentirme más identificada con la forma de competir, luchar pero sobretodo estar unidas de las tías que veía en la pantalla, sin olvidarnos del staff y equipo de comunicación.

Jamás me había sentido tan dentro de algo de lo que he estado tan fuera. Y es apasionantemente chulo. Acabar el partido y ver que mi camiseta llevaba todo el tiempo en el banquillo… Sentir que formaba parte en todo momento…
Ya lo sabía, pero me hicieron confirmar lo evidente:
el oro eran ellas.

Volveremos,
Subcampeonas de Europa.

 

Manel Pacho
tribunasalamanca.com