El preparador físico vilagarciano Jordi Aragonés se ha convertido en un auténtico coleccionista de medallas. Desde el año 2012 en el que se incorporó al cuerpo técnico de la Selección Española femenina, cada verano se cuelga una presea en un campeonato internacional de máximo nivel. La última, el pasado domingo en Tenerife, con un bronce mundialista que “sabe a mucho, es impresionante”.
Y es que la selección de Lucas Mondelo tuvo que sortear bastantes problemas en forma de lesiones y contratiempos durante la preparación. También dos derrotas que pusieron a prueba la fuerza mental del grupo. El lunes contra una Bélgica que mandó a España a la repesca de octavos, y el sábado en las semifinales ante la Australia de la gigante Liz Cambage. La selección se sobrepuso a ambos mazazos y ganó los partidos decisivos de cuartos de final y el del tercer y cuarto puesto.
“Lograr esta medalla es increíble, no solo porque es un Mundial sino por el camino que hemos tenido, es la medalla que más valoramos por lo que nos ha costado, el camino ha sido duro”, explicaba ayer Aragonés en el aeropuerto antes de volar a Madrid, desde donde hoy se marchará a Polonia para incorporarse al trabajo con su club, el Can Pack Cracovia.
“Se lesionó Alba Torrens que no jugó ningún amistoso y apenas entrenó, Silvia Domínguez estuvo tres semanas parada por problemas en el sóleo, Nichols tuvo problemas en la espalda, también Anna Cruz con el problema en la rodilla y Astou Ndour llegó tarde”, recapitula Jordi. “Demasiados contratiempos en un Mundial express con muchos partidos en apenas diez días ante selecciones de máximo nivel”. España tuvo que jugar siete partidos en semana y media y aguantó el tirón, señal del buen trabajo una vez más del vilagarciano. “Estoy contento de como ha rendido el equipo, es muy exigente, todo el mérito es de ellas, son unas profesionales que trabajan al máximo, dan todo lo que pueden”. España perdió en el último partido de la fase de grupos con Bélgica, su rival en la pelea por el bronce. “Yo siempre digo que a nuestra selección es muy difícil ganarle dos veces”.
Con este bronce, son seis medallas ya de Aragonés con la selección. Tenía ya una plata mundialista y otra olímpica, y dos oros y un bronce europeos. “Este es un ciclo irrepetible, tenemos que valorar lo que estamos viviendo, nunca había pasado en la historia y veo difícil que se repita, me siento un privilegiado”.
Jordi Aragonés se pone a disposición de la Federación para próximas citas. “No tengo ningún contrato, si cuentan conmigo cada verano mi idea es seguir”. De momento se marcha a Polonia, donde tanto profesional como personalmente se ha establecido, por lo que no se plantea por ahora regresar a España a entrenar.
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