Después de una brillante primera fase, España supo sufrir en octavos de final ante un rival, en teoría, menor, pero con un gran poderío físico. El encuentro se enredó, aunque se sacó adelante con oficio. Los cuartos de final, ante Australia.
España firmó una gran primera fase ganándose el derecho de jugar contra el cuarto del otro grupo… pero la competición les enfrentó a Mali. Es cierto que habían perdido los tres encuentros, pero es un equipo de un físico impresionante, y con alguna jugadora de mucho nivel. El hecho de no poder romper el partido les dio la confianza necesaria para desplegar su mejor juego.
En el primer cuarto parecía que España iba a controlar el encuentro (10-5), pero Mali se enganchaba con defensas muy duras, acierto en el triple y un juego un tanto anárquico. España parecía superior en la pista, pero no lo reflejaba el marcador. Cosas de una Copa del Mundo. Un triple sobre la bocina de Iyana Martín dejaba el 31-24,
En el tercer cuarto, Mali jugó sus mejores minutos y llegó a ponerse por delante (38-40) tras un nuevo triple. España fallaba en el tiro libre y no conseguía esa fluidez de juego desplegada en la primera fase. Pero en el final del partido España supo jugar mejor y de una manera más táctica: unos tiros libres, una canasta vital de Carla Viegas, unas buenas defensas… y la victoria era suya.
Iyana Martín tiró del carro (20 puntos y 5 asistencias), Awa Fam se peleó con las torres rivales (7+11) y las jugadoras importantes aparecieron en los minutos finales. Ahora espera un cuadro muy similar al de los chicos de la Copa del Mundo de Andalucía: cuartos ante Australia, unas posibles semis con Francia y EE.UU al final del todo.
FEB