Miguel Ángel Ortega vuelve a ponerse al frente de una Selección, y pasa de la U18 con la que ganó la plata en el Europeo de Hungría del año pasado a la U19 que competirá en el Mundial de Italia. El seleccionador U19F nos habla de sus objetivos.
La generación del 98 consiguió una brillante plata en el Europeo de Sopron (Hungría) el verano pasado, lo que le daba también el pasaporte para la Copa del Mundo 2017. Un torneo que se disputará en Udine (Italia) y que contará también con Miguel Ángel Ortega como responsable técnico. El seleccionador asegura que acabó “muy contento el año pasado con este equipo. Este verano jugamos con esa gran ventaja de un conocimiento mutuo, tanto en conceptos defensivos como ofensivos o en términos de cómo entrenar. No empezamos de cero y eso se está notando en los primeros días de concentración, donde todo va un poco más rápido.”
Y será importante, porque tradicionalmente los equipos que disputan mundiales cuentan con jugadoras que doblan con el Europeo U18, el Europeo U20: “será importante concretar el equipo, y hacerlo con chicas preferentemente de esa generación del 98, y sólo reforzarnos con la generación anterior en puestos muy puntuales” afirma Ortega que tiene muy claro cómo quiere que juegue el equipo: “el año pasado esta plantilla se expresó muy bien en esa idea de intensidad defensiva y velocidad en el ataque. Siempre hay que mejorar, y pretendemos que seamos más efectivas en el juego de equipo a medio campo. Me gustaría mantener la intensidad durante todo el partido y eso lo conseguiremos si todo el mundo se siente importante, si todas las jugadoras tienen presencia en el campo y todas participan del juego del equipo.”
Para conseguir estos objetivos Ortega está trabajando desde el pasado viernes en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix. Una primera semana de entrenamientos intensos antes de viajar a Barakaldo donde disputarán el ya tradicional torneo en tierras vizcaínas en el que se enfrentarán a Rusia y a un combinado de Euskadi. El segundo torneo será una semana después en Italia, con dos rivales que pelearán por las medallas en la Copa del Mundo: la anfitriona Italia y la actual campeona Estados Unidos. “Siempre viene bien tener rivales potentes en la preparación de un campeonato” afirma Miguel Ángel Ortega, “primero para medir tus fuerzas y saber en qué lugar estás. Y luego porque puede darte una buena dosis de confianza si ganas partidos de este tipo. Para los entrenadores los resultados de estos torneos a 10 o 15 días del campeonato no son tan importantes, pero para las jugadoras sí que pueden coger mucha confianza y elevar su autoestima.”
Una autoestima que vendrá bien para la cita de Udine. En la primera fase España juega ante Puerto Rico, Rusia y Egipto, antes de afrontar los octavos de final. Ortega lo tiene claro: “hay que quedar lo mejor posible, porque un buen puesto te puede allanar el camino de los cruces. Hay que adaptarse a baloncestos diferentes al europeo pero estoy convencido de que lo importante es que nosotras lleguemos bien al Mundial. Si sacamos todo nuestro talento, el rival me importa menos.”
Porque en los últimos años el juego y los resultados del baloncesto femenino español genera confianza en aficionados… y también en entrenadores. “los estamos viendo año tras año. La competitividad de cada selección es enorme. Puede haber equipos que jueguen mejor o peor, a los que les salgan mejor las cosas o tengan más errores, pero todos ellos juegan con una intensidad que hace que se mantengan en el partido, que den la cara y que compitan contra cualquier rival en cualquier situación” afirma Ortega. Debe ser el gen Universo Mujer 2018.
FEB